El Parlamento de Cantabria comparte con los periodistas de la región los "principios y valores" que "guían" su labor, como la palabra, la transparencia, la independencia o la libertad, y, sobre todo, comparte el objetivo de "ser útiles" a la ciudadanía, "desconcertada" por la crisis.

Así lo ha dicho el jefe del Legislativo, José Antonio Cagigas, con motivo de su participación en el acto de conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en el que también ha intervenido la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria (APC), Dolores Gallardo, entidad organizadora del evento.

"El Parlamento comparte con vuestro colectivo los principios y valores que guían el quehacer periodístico: la palabra, como arma única de confrontación, la transparencia, la independencia, la libertad, el contraste de fuentes y pareceres y, sobre todo, el objetivo de ser útiles a la ciudadanía, desconcertada, hoy más que nunca, por la difícil situación en la nos encontramos", ha expresado.

En el acto, en el que han participado periodistas cántabros y diputados de los tres grupos parlamentarios, Cagigas se ha referido a la situación actual de la profesión periodística en la que, según ha explicado, confluyen tres crisis.

Y es que a la crisis "tradicional", la de "siempre", basada en la "precariedad" laboral y "escasez" de retribuciones, se suma la derivada de la actual crisis económica, que ha "agudizado" la precariedad "extrema", los despidos, las sustituciones de profesionales por becarios y todo un "rosario de otras indignidades de los editores" a las que se ha "enfrentado" la campaña 'gratisnotrabajo'.

Hay que añadir a ambas crisis, ha proseguido el jefe del Legislativo, la originada por el "cambio radical" en el modelo de periodismo, con nuevos soportes y herramientas de la "revolución digital" que los profesionales tienen que "dominar".

"Exigen sin duda un gran esfuerzo de adaptación, pero también constituyen un aliado y una oportunidad en la búsqueda de la información y en la interacción con los ciudadanos".

A su juicio, la esta situación, independientemente de las nuevos soportes y herramientas en los que los medios se expresen, pasa por "el periodismo de calidad", es decir, "el hecho con rigor, el que contrasta la información, el que analiza lo que ocurre con libertad e independencia, el que jerarquiza la sobreabundante información, el que filtra el enorme 'ruido' actual y el que responde con criterio a las preocupaciones de los ciudadanos".

Además, Cagigas ha exigido transparencia a los poderes públicos. "Si siempre es exigible la transparencia, en este delicado momento en el que vivimos, y ante los casos concretos de corrupción, que irresponsablemente se están elevando a categoría universal en el imaginario de los ciudadanos, dicha transparencia constituye una necesidad ineludible", ha argumentado.

Al hilo de lo anterior, el presidente del Parlamento cántabro ha defendido que "no todos los políticos somos corruptos", sino que "lo son sólo una minoría", ante la que hay que actuar de forma "implacable y ejemplarizante".

Cagigas ha concluido con reflexión del Preámbulo de la Declaración de Cádiz de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) con motivo del Bicentenario de 'la Pepa' y según la cual "han pasado dos siglos, pero la esencia de los medios de comunicación sigue siendo la misma: informar con rigor y honestidad, en libertad y desde la independencia, anteponiendo el interés ciudadano y la búsqueda apasionada de la verdad a cualquier otro anhelo".

Se trata de "una buena síntesis sin duda del quehacer periodístico", en opinión de Cagigas, que también comparte los lemas de la

Fape "sin periodistas no hay periodismo" y "Sin periodismo no hay democracia".

Por su parte, la presidenta de la APC ha leído el Manifiesto de la FAPE para conmemorar el día de la Libertad de Prensa, que entre otras cuestiones afirma que "la libertad de expresión es uno de los baluartes de la democracia al actuar como motor imprescindible del fomento de la convivencia, el diálogo y el debate cívico".

Junto a ello, la FAPE se compromete a denunciar toda pretensión de los poderes, de intentar controlar la información y ponerla al servicio de su ideología o, también, de sus intereses.

Además, en su apuesta por la autorregulación, la FAPE afirma que se opondrá a cualquier proyecto del gobierno que trate de imponer límites a los derechos de información y a la libertad de expresión.