Vladimir Tretchikoff, el pintor de la 'Dama verde' al que siempre odiaron los críticos de arte

  • Los populares y exóticos cuadros de mujeres de Tretchikoff son producto de los muchos lugares en los que vivió.
  • El artista siberiano emigrado a China fue tachado de 'kitsch' por los entendidos, pero siempre disfrutó de la admiración del público.
  • Una biografía celebra los cien años del nacimiento del autor, repasa su inusual vida y recopila lo mejor de su producción artística.
'Chinese Girl' (1952-53), conocida como la 'Dama verde', una de las obras de Tretchikoff
'Chinese Girl' (1952-53), conocida como la 'Dama verde', una de las obras de Tretchikoff
Published by Art / Books - ©Vladimir Tretchikoff - © 2013 The Tretchikoff Foundation
'Chinese Girl' (1952-53), conocida como la 'Dama verde', una de las obras de Tretchikoff

La Dama Verde exhibe su particular tono de piel con un aire melancólico y enigmático. La sobriedad de la exótica mujer de labios rojos y peinado de los años cincuenta la rompe el vestido amarillo de motivos orientales que el pintor ni siquiera terminó de dibujar. The Chinese Girl (La chica china), pintado en 1950, se convirtió en un éxito pop de los años sesenta y setenta y es una de las pinturas de las que más reproducciones se han vendido en el mundo.

Aunque ninguneado siempre por los críticos de arte, su autor, el ruso Vladimir Tretchikoff (1913-2006) disfrutaba de la admiración del público y era capaz de vender con éxito reproducciones hasta en la sección de lencería de unos grandes almacenes de Londres. La poca consideración que le tenía el mundo del arte (que lo tachaba de kitsch) le dolió siempre, pero había pasado por peores experiencias en su vida para dejarse amedrentar por los que para él sólo eran "artistas fracasados" que sólo podían ya juzgar el trabajo de otros.

La editorial británica Art Books Publishing anuncia la publicación en julio de Incredible Tretchikoff (Increíble Tretchikoff), del escritor e investigador ruso Boris Gorelik. La primera biografía exhaustiva del artista —autoproclamado "realista simbólico"— se publica con motivo del centenario del nacimiento del pintor, se detiene en los pormenores de la creación de muchos de sus cuadros, saca a la luz nueva información y ofrece fotos inéditas además de recopilar en una serie de ilustraciones lo mejor de su obra.

Prisionero de los japoneses

El tomo repasa los humildes comienzos del autor siberiano, hijo de una rica familia que escapó del país a causa de la Revolución Rusa en 1917. Emigraron a la ciudad de Harbín (China), conocida como La Moscú de Oriente por su gran presencia rusa. De joven Tretchikoff se trasladó a Shanghai donde trabajó como caricaturista, ilustrador y director de arte en la prensa de habla inglesa; vivió en los años treinta en Singapur, donde abrió una escuela de arte y continuó trabajando para una publicación. Allí comenzó a saborear el éxito y durante la guerra consiguió un trabajo estable creando propaganda para el Ministerio Británico de Información.

Cuando huía a Sudafrica en 1942 con el ejército japonés tras la embarcación en la que iba, lo capturaron y fue prisionero de guerra. Pasó tres meses en una celda de aislamiento y cuando los altos mandos del campo de prisioneros supieron de su talento lo obligaron a trabajar para ellos. No volvió a ver a su mujer y a su hija hasta 1946, cuando llegó por fin a Sudáfrica, donde estableció su residencia y murió a los 92 años.

El cóctel de países, costumbres y rasgos es notable en los populares cuadros de mujeres de Tretchikoff y con los años se han convertido en estandartes del arte retro venerados por artistas y diseñadores en busca de la pureza creativa de mediados del siglo XX. En marzo de este año, la Dama verde se vendió en una subasta celebrada en Londres por casi un millón de libras (1.188.448 euros) y recientemente también hizo acto de presencia en el videoclip de The Stars (Are Out Tonight), una de las canciones del último disco de David Bowie.

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