Absuelto en Valladolid el joven dominicano acusado de convertir una pistola detonadora en un arma de fuego real

Otros dos compatriotas que compartieron con él banquillo han sido condenados por tráfico de drogas

La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso del joven de origen dominicano Jairo A.S. que fue acusado de convertir una pistola detonadora en un arma de fuego real, mientras que otros dos compatriotas que compartieron banquillo con él por tráfico de drogas, la pareja formada por Junior R.S.S. y Tania F.B, han sido condenados a penas que suman cuatro años y ocho meses de cárcel.

La condena de Junior R.S.S. y Tania F.B. a tres años y tres meses de cárcel y multa de 2.000 euros y a un año y medio y 200 euros, respectivamente, no supone sorpresa alguna por cuanto ya ambos habían reconocido su culpa y se habían conformado con dichas penas, frente a los cinco años que pedía para ellos inicialmente el fiscal, si bien la única duda que quedaba por despejar era la decisión que la sala adoptaría en el caso del tercer acusado, Jairo A.S.

Pactada la condena en el caso de los dos primeros, el juicio se celebró únicamente contra el tercero, a quien el Ministerio Fiscal solicitó dos años de cárcel por tenencia ilícita de armas tras considerar probado que la pistola detonadora, convenientemente manipulada para poder disparar munición real, que la policía halló en el interior de una caja metálica bajo la cama de su habitación en su piso, en la calle Embajadores, era de su propiedad.

Sin embargo, el acusado alegó que el arma en cuestión era propiedad de un amigo que se encuentra hoy en Santo Domingo, un tal Ariel Sousa a quien asegura que dio cobijo en su casa durante una temporada, ante lo cual la Sala ha optado por absolverle tras aplicarle el principio de en caso de duda, a favor del reo ('in dubio pro reo').

Detenido varias veces por hechos violentos, el ahora absuelto explicó que el inquilino le pidió que le guardara una maleta con tres pistolas detonadoras, sin advertirle de que una de ellas había sido desprovista del mecanismo interior del cañón que impide su uso como arma de fuego real.

En el caso de sus dos amigos, Junior R.S.S. y Tania F.B, quienes residían en el 1º C del número 13 de la calle Murcia, ambos confesaron que se venían dedicando a vender dosis de cocaína y cannabis sativa, bien en dicho domicilio o en las inmediaciones mediante fugaces encuentros con sus clientes.

En el marco de las pesquisas policiales, el 6 de marzo de 2012 su domicilio fue objeto de un registro en el que los agentes actuantes se incautaron de numerosos efectos para la distribución de la mercancía—recortes circulares de plástico, bolsas de autocierre, una balanza de precisión y un picador de madera—y de más de 73 gramos netos de 'coca' y 0,48 de cannabis sativa, mientras que a Tania F.B, momentos antes, se le ocupo en la calle un envoltorio de plástico termosellado que contenía 4,42 gramos de cocaína. El valor de la droga ocupada se eleva a 1.754 euros.

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