El papa Francisco ha dicho este miércoles a las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina que "cuenten con él" para buscar el paradero de los hijos de desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983) y que fueron entregados ilegalmente a otras familias. La presidenta de esta organización, Estela de Carloto, ha manifestado la disposición que les ha transmitido el pontífice tras el encuentro que han mantenido con él en el Vaticano al final de la audiencia pública de los miércoles.

"Cuenten conmigo, estoy a vuestra disposición", le ha dicho el papa a De Carloto, quien ha asistido a la audiencia junto a Juan Cabandié, hijo de desaparecidos durante la dictadura militar, y Buscarita Roa, miembro de la asociación. "Eso es muy significativo y nos confirma el compromiso del papa, el compromiso de la Iglesia", ha agregado la Abuela de Plaza de Mayo, quien ha añadido que cuando Bergoglio era el cardenal primado de Argentina "nunca habló de los desaparecidos", y eso les dolía.

Las Abuelas de Plaza de Mayo han pedido al papa que se abran los archivos de la Iglesia argentina y del Vaticano para ayudar a averiguar la suerte que corrieron los 400 hijos de desaparecidos, sus nietos, que todavía no han sido identificados y que fueron separados de sus padres cuando éstos fueron detenidos y asesinados en la dictadura.

De Carloto ha reiterado que la cúpula de la Iglesia argentina fue cómplice de la dictadura y que "otros fueron responsables por omisión". No les piden que pidan perdón, sólo que les ayuden a encontrar a sus nietos: "No queremos morir sin conocerles, sin transmitirles quienes eran sus padres y luchar para que nunca más haya dictaduras".

"La Iglesia sabe. Algunas comunidades de monjas recibían en aquellos años por parte de la dictadura a nuestros nietos, que después entregaban a otros. Eso está escrito y se puede buscar en los archivos. No pedimos nada imposible. Los curas que sepan algo que lo digan y nosotras tiraremos del hilo hasta llegar a nuestros nietos", ha agregado. La representante de las Abuelas de Plaza de Mayo ha contado que a su hija la asesinaron los militares dos meses después de dar a luz y quitarle el niño.

De Carloto ha asegurado que vuelven a Argentina convencidos de que se abre una nueva etapa. Se ha mostrado muy emocionada y satisfecha por haber estrechado la mano de un papa argentino y de que Francisco les besara, pero ha insistido en que las críticas a Bergoglio "están ahí". "La historia no se borra con un abrazo o un beso que nos haya dado. Las criticas están, ya que nunca habló de los desaparecidos y de nuestros nietos. Pero fue una crítica constructiva. No hay ninguna ofensa, es una verdad y la verdad no ofende", ha precisado.

"No hay orgullo en buscar, no podemos decir: 'como nunca habló no vamos a verlo'. Hoy es el papa y son millones de personas los que le escuchan y ponen en practica sus consejos. El encuentro de hoy nos da esperanza y la esperanza no es haber tocado la mano a un papa, es la esperanza de que este papa puede abrir el camino de los encuentros y eso es lo fundamental", ha concluido.