El vicepresidente segundo del Parlamento y diputado del PRC, Javier López Marcano, ha asegurado que el balance de resultados turísticos realizado por el presidente de la Asociación de Hostelería, Emérito Astuy, reafirma que el sector está "en caída libre" y ha advertido que "aún puede ir a peor" si el Gobierno de Cantabria "no cambia de actitud y de políticas y persiste en negar la evidencia".

"Ya no lo dice sólo el PRC, también los hosteleros han sido rotundos a la hora de dejar claro que el primer trimestre de 2013 ha sido el peor de toda su historia", ha subrayado en un comunicado de prensa tras conocer las declaraciones de Astuy.

El diputado regionalista espera que esta valoración "profesional y objetiva" sirva para que el presidente regional, Ignacio Diego, "recapacite e imponga un cambio de rumbo" en la Consejería de Turismo para recuperar "la pujanza perdida por un sector que hasta su llegada al Gobierno fue -ha dicho- de los más dinámicos de la economía cántabra, incluso a pesar de la crisis económica".

Con este fin y como lleva haciendo desde que comenzó la legislatura, ha vuelto a reivindicar "un auténtico plan de choque", que apueste por las políticas promocionales abandonadas por el actual Ejecutivo y asuma que Cantabria "necesita recuperar los visitantes y las pernoctaciones perdidas en los últimos 21 meses para frenar la sangría económica que sufren los establecimientos hosteleros".

Asimismo, ha exigido a la Consejería de Turismo que abandone "la trampa y la mentira" en las que permanece a su juicio instalada y comience a trabajar "con sinceridad y seriedad por el bien del sector".

"Tretas como falsear los resultados de la última Semana Santa, comparándolos con los de marzo del año pasado cuando entonces las fiestas cayeron en abril, no sólo no engañan a nadie, sino que ponen en evidencia el rigor y la capacidad de quienes tienen en este momento la responsabilidad de trabajar por el desarrollo turístico de Cantabria", ha criticado.

Por todo ello, López Marcano ha instado a Diego a intervenir, "poner orden" y acabar con "la política de artimañas y artificios que está abocando al sector turístico a los resultados económicos más nefastos de toda su historia". De lo contrario, ha concluido, "la economía de Cantabria puede sufrir un daño irreparable".