Continúa la búsqueda del vecino de Santander desaparecido el viernes

Familiares, amigos y efectivos de Policía Nacional y Local, Guardia Civil y Protección Civil continúan este miércoles la búsqueda de Manuel Gutiérrez Ruiz, de 64 años y vecino de Santander, que desapareció el pasado viernes, sin que se haya producido ninguna novedad sobre su posible paradero.
Manuel Vicente Gutiérrez Ruiz
Manuel Vicente Gutiérrez Ruiz
EUROPA PRESS
Manuel Vicente Gutiérrez Ruiz

Familiares, amigos y efectivos de Policía Nacional y Local, Guardia Civil y Protección Civil continúan este miércoles la búsqueda de Manuel Gutiérrez Ruiz, de 64 años y vecino de Santander, que desapareció el pasado viernes, sin que se haya producido ninguna novedad sobre su posible paradero.

"Seguimos como ayer, sin ninguna pista más y sin indicios de hacia dónde tirar", han indicado a Europa Press fuentes de la familia. Una familia que se encuentra "impaciente y bastante triste" ante la desaparición de Manuel y la ausencia de informaciones que permitan concretar el lugar de búsqueda.

Y es que consideran que, pese a haber difundido la fotografía de Manuel en Santander, Peñacastillo, Maliaño, Astillero, Torrelavega o Solares, entre otras localidades, las llamadas "no han sido demasiadas". "Nos extraña", dice la familia, que por este motivo piensa que Manuel "no está en la calle". "Es rarísimo", apuntan.

DESAPARICIÓN

Manuel Gutiérrez Ruiz, vecino de la zona Cuatro Caminos-Calle Alta de Santander, desapareció el pasado viernes, 12 de abril, tras salir de su casa, a las 11.30 horas, para hacer su rutina matinal y tras la que no volvió a comer.

En el momento de su desaparición, Manuel Gutiérrez vestía un pantalón negro, una camisa blanca de cuadros azules, una chaqueta de punto azul y también llevaba un chubasquero verde. Mide 1,67 metros, es de complexión normal, utiliza gafas, y tiene poco pelo moreno y canoso.

Manuel era una persona "muy metódica" y todas las mañanas realizaba la "misma rutina". Salía de casa entre las 11 y las 11.30 horas y acudía a la calle Alta, donde compraba el periódico y tomaba un café o una caña en un bar.

El desaparecido padece una insuficiencia cardiorrespiratoria por la que sus pulmones sólo funcionan al 40 por ciento de su capacidad y que, en ocasiones, impide que su cerebro se oxigene bien, lo que le puede provocar desorientación, desmayos o incluso la muerte.

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