La mayoría de los alquileres, el 77 % del total, son inferiores a los 600 euros mensuales, según un estudio elaborado por la red de franquicias Solo Alquileres. Según esta encuesta, un tercio de los alquileres, el 34%, no llega a los 400 euros, una cota que, sin embargo, representa el doble de la ayuda anunciada ahora por el Gobierno y de la que recibían hasta 2012 los jóvenes del plan de emancipación.

De acuerdo con el estudio, realizado a través de 4.000 contratos de alquiler, la mayoría de los alquileres, el 43%, oscila entre los 400 y 600 euros, mientras que el porcentaje restante corresponde a rentas superiores. Además, solo el 20% de las viviendas alquiladas son de obra nueva.

Según esta empresa, un 48% de los inquilinos tiene menos de 35 años, un 25% se sitúa entre los 26 y los 45 años y solo un 9% supera los 56. Frente a este rejuvenecimiento, la mitad de los propietarios tiene 55 años o más.

El 75% de los inquilinos son trabajadores, en un 22% de los casos con contrato indefinido, un 25%, con una antigüedad laboral superior a los 10 años y mayoritariamente con unos ingresos de entre 500 y 1.000 euros al mes, el 34% de la muestra.

Tras el ajuste a la baja de los precios, Solo Alquileres –franquicia creada en España por la italiana SoloAffitti– prevé que se estabilicen el próximo año, una estimación que dependerá de la evolución del mercado laboral español. Consideran que el sector está en auge, pero todavía al 30 ó 40% del nivel que alcanzará.

Afirma sin embargo que la falta de seguridad jurídica y económica de España representa un lastre para el mercado del alquiler, al igual que la situación económica y financiera, la sobreoferta de la obra nueva y la escasa presencia de extranjeros entre los propietarios de vivienda en alquiler.

En este contexto, la firma considera que el nuevo Plan Estatal de Vivienda anunciado recientemente por el Gobierno es un "pequeño parche" para el sector y reclama medidas fiscales para el alquiler, así como un registro completo de los inquilinos morosos para garantizar la protección de cara al propietario de la vivienda.