El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní (PP), considera que el anuncio del delegado de la Junta, Fernando López Gil, es "la crónica de una muerte anunciada", entiende que "debe pedir disculpas a todos los gaditanos" y espera que la pérdida del árbol centenario, que se ubicaba en la Escuela de Bellas Artes del callejón del Tinte, sirva para que la Administración autonómica "deje de ignorar los requerimientos del Ayuntamiento de Cádiz".

En un comunicado, Romaní ha lamentado la "incompetencia" de la Junta en este asunto tras comunicar López Gil "lo que el equipo de gobierno y la gran mayoría de los gaditanos temían desde que se produjo su desplome: la muerte del drago del Callejón del Tinte". Al hilo, ha recordado "como tanto expertos como profanos coincidían al considerar inviable la recuperación de este magnífico ejemplar bicentenario, ahora perdido para siempre".

"Ahora no vale que López Gil diga que el drago tenía para él un valor sentimental. De haber sido así, que lo hubiera demostrado cada vez que desde este Ayuntamiento se advirtió de su preocupante estado", declara. "Esperamos que los responsables de la Junta, ahora también responsables de la muerte del drago, pidan disculpas a todos los ciudadanos que hemos perdido este importante ejemplar por su culpa".

A pesar de ello, sostiene que tanto la delegada de Cultura, Cristina Saucedo, como el propio delegado de la Junta "quisieron vender a los ciudadanos que el lamentable error que habían cometido, haciendo oídos sordos a los requerimientos del Ayuntamiento de Cádiz, podría enmendarse con la recuperación de un drago que parecía totalmente destrozado. Desde el Ayuntamiento siempre hemos respetado los trámites por lealtad política y ahora esperamos que todos los ciudadanos se den cuenta de la impotencia que sentimos ante la pasividad de la Junta que sólo se ha acordado del Ayuntamiento cuando ya era tarde".

Aunque parecía algo "muy improbable", apuntan que desde el Ayuntamiento "tendimos la mano y total colaboración ante cualquier mínima posibilidad de recuperar este drago y replantarlo en la mejor ubicación posible para que este ejemplar saliera adelante". No en vano, Romaní recuerda que el ahora desaparecido drago —ubicado en el patio de la Escuela de Bellas Artes, "cuyas dependencias gestiona la Junta de Andalucía"—, podría ser el más antiguo de la ciudad, se encontraba "en proceso" de ser declarado Bien de Interés Cultural y formaba parte del Patrimonio Cultural de Andalucía, estando protegido por el catálogo de elementos vegetales en el PGOU de Cádiz.

"Desde el primer momento hemos intentado salvar el drago. Enviamos dos requerimientos a las delegaciones de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para evitar su caída, advertimos de que su inclinación podría provocar su desplome, y se nos hizo caso omiso. A pesar de ello, continuamos ofreciendo nuestra colaboración para intentar salvarlo tras su caída y, aun así, ahora sólo podemos lamentarnos de que la dejadez del Gobierno andaluz haya hecho que Cádiz y los gaditanos perdamos uno de los símbolos de la ciudad", lamenta Romaní.

"Espero que esto sirva de reflexión para los responsables de la Junta de Andalucía. Todos los gaditanos han podido comprobar que el Gobierno autonómico socialista tiene a Cádiz abandonada y que su constante lucha contra el Ayuntamiento de Cádiz, sólo por estar gobernado por el PP, acarrea este tipo de lamentables consecuencias para la ciudad", afirma.

Ahora que ya no hay solución posible, dice Romaní que ya sólo queda "esperar" y exigir a la Junta que "jamás vuelva a ocurrir nada parecido". "Esperamos que esta pérdida sirva para algo y que, de aquí en adelante, la Junta de Andalucía no ignore los requerimientos del Ayuntamiento de Cádiz, algo a lo que, desgraciadamente, ya nos tiene acostumbrados. Esta vez la víctima de la incompetencia de la Junta ha sido un drago de más de 200 años", concluye.