El Tribunal de Cuentas ha presentado este martes en el Congreso el Informe de Fiscalización del Ayuntamiento de Marbella (Málaga) en el periodo en el que funcionó la Comisión Gestora, entre abril de 2006 y mayo de 2007, y en el mismo se recoge que ésta se encontró con una plantilla "sobredimensionada", cuyo coste representaba más del 75 por ciento del presupuesto consolidado de gastos, y que su "labor de saneamiento" fue excelente aún los problemas no quedaran resueltos.

Durante su intervención en la Comisión Mixta Congreso-Senado, el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, ha indicado que la gestora recibió una plantilla con una organización eminentemente laboral y fijó como objetivo fundamental reducir la cuantía absoluta del número de trabajadores y, a la vez, actuar sobre los costes.

Para ello, según ha relatado, acordó el despido de determinado personal de las sociedades municipales, no renovó contratos, eliminó un seguro médico y no incrementó las retribuciones por encima de los términos establecidos por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Así, aunque subraya que los objetivos fijados en materia de personal no se completaron durante su mandato, sí se finalizaron con la corporación surgida tras las elecciones de 2007.

En el informe también se lamenta que, debido a una inadecuada planificación, los primeros despidos fueron declarados improcedentes, con un mayor coste en indemnizaciones para el Ayuntamiento.

En lo que se refiere a la revisión de las licencias de obras, mantiene que tuvo una notable relevancia porque se paralizaron diversas obras cuyas licencias "no estaban amparadas en el ordenamiento urbanístico", mientras que en lo referente a los convenios urbanísticos, recuerda que se revisaron quince aunque "su análisis no produjo consecuencia alguna".

Mejora a corto plazo por trasladar deudas

En términos generales, Cuentas ve "excelente" el "saneamiento" realizado, ya que, aunque "los problemas no quedaron resueltos", se puso en marcha "un nuevo periodo" que acabó con la "incorrecta o poco escrupulosa" gestión de la corporación anterior y que luego se confirmó que incurrió en actuaciones "claramente delictivas".

Así las cosas, Álvarez de Miranda ha mantenido que la comisión mejoró la situación financiera del Ayuntamiento "a corto plazo" aunque esa mejora se consiguió "mediante la traslación a medio y largo plazo del vencimiento de las obligaciones, al disponer de un anticipo reintegrable de la Junta y obtener aplazamientos y renegociaciones de diversas deudas".

Esa circunstancia, según prosigue el informe, ha determinado que la entidad presente "dificultades" para poder atender los compromisos futuros, especialmente a partir de 2012, y tenga limitadas las posibilidades de obtención de ahorro neto con los actuales ingresos, lo que repercute de forma significativa en la posibilidad de que el Ayuntamiento pueda cumplir con el objetivo de estabilidad presupuestaria".