El acusado de matar a dos personas en una reyerta en Ujo llevaba una pistola "por temor y miedo"

Carlos V.J.(hijo) reconoce efectuar los disparos ante "los palos" que estaban recibiendo su padre y su hermano
Altercado de familia gitana con la Policía en Oviedo
Altercado de familia gitana con la Policía en Oviedo
EUROPA PRESS
Altercado de familia gitana con la Policía en Oviedo

El acusado Carlos V. J. (Hijo) ha señalado que "llevaba una pistola y un cargador con diez u once balas por temor y miedo a esa gente" y reconoce haber disparado sobre las dos personas fallecidas ante "los palos" que estaban recibiendo su padre y su hermano —también acusados-.

"En el pueblo gitano no se puede hacer fiesta un día de luto, el luto es sagrado, y estas personas sabían que se había muerto mi madre y fueron con la idea de provocar", apunta el acusado.

Así se ha explicado uno de los tres acusados en el juicio por la reyerta en la que fallecieron dos personas en la localidad mierense de Ujo en julio de 2010 la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo. Continuará mañana con la declaración de 18 testigos.

Carlos V. (hijo), que sólo ha respondido a las preguntas de la fiscalía y de su abogado, el letrado José Carlos Botas, se ha manifestado en contra de lo que sostiene el ministerio público, Carlos V. J. y ha negado golpear los coches de las víctimas antes de dispararles.

"Había una cola de cinco o seis coches y ya estaban saliendo. Cuando salimos a la calle pararon los coches y sin mediar palabra empezaron a bajar. El primero José Luis G.V.. En ningún momento les golpeamos los coches. No vi niños. Si había mujeres".

"Primero disparé al aire y luego le disparé a Juan F. porque vi que llevaba una navaja en la mano y había mucha gente agarrándome", señala el acusado y ha añadido que también disparó a José Luis G. cuando vio que éste venía hacia él".

Posteriormente, ha relatado que Jonathan G.V les atropelló con una furgoneta a su hermano, a su padre y a él. Ante las preguntas de la fiscalía sobre la posesión del arma, Carlos V. ha asegurado que su familia desconocía totalmente que portaba una pistola y que tenía licencia de armas porque es socio del Club de Tiro.

El acusado también ha reconocido que golpeó a Adelina V.G., propinándole puñetazos, patadas y con la pistola, así como a las hijas de ésta, Dolores y Carmen, que "estaban pegando a su padre y a su hermano".

Por su parte, su hermano José V.J., también acusado, ha afirmado que vio a ocho o nueve jóvenes portando armas, bastones y palos y les dijo que hicieran el favor de marcharse. "Eso se lo dije a José Luis G., que hiciera el favor de no poner música porque estábamos de luto. Él no dijo nada y le pareció mal".

"No golpeamos los coches. Bajaron ellos y nos empezaron a agredir". Yo no llevaba nada. Yo no oí disparos. El que estaba con sangre en el suelo era yo. Me dejaron por muerto en el suelo con 37 grapas en la cabeza, y luego empezaron con mi padre a darle golpes", asegura.

José V.J. niega haber escuchado los disparos presuntamente efectuados por su hermano al estar herido en el suelo y dice que se llevan mal con la familia de los fallecidos porque son la "mafia de Mieres" que van a su pueblo a vender droga. "Son gente mentirosa. Ya han cambiado la declaración tres veces", afirma.

Las mujeres,

Las más agresivas

Por último, Carlos V.J. (Padre) negó saber que su hijo llevaba encima una pistola y ha afirmado que fue el otro clan familiar el que empezó golpeando primero. "A mi con los primeros golpes me dio un bajón de la diabetes y recuperé la conciencia en el Hospital del Nalón".

Sostiene que los familiares de los fallecidos no respetaron el luto de su mujer y añade que cuando comenzó la reyerta "la actitud de las mujeres era más agresiva que la de los hombres".

Durante el juicio, agentes de la Guardia Civil especialistas en balística certificaron que los disparos se efectuaron con el arma que portaba Carlos V. y añadieron que la munición utilizada (bala hueca) está prohibida para armas cortas.

Por su parte, el abogado de la defensa, José Carlos Botas, ha señalado a los periodistas en los pasillos de la Audiencia Provincial que el delito no es de asesinato, sino de homicidio, ya que el supuesto autor Carlos V. actuó en minoría, "eran tres contra 30" y que "no tenía intención de matar".

Por su parte, el padre de uno de los fallecidos ha señalado a los periodistas que los tres acusados son culpables y que Carlos V. (padre) es el principal instigador. "En mi pueblo a los patriarcas se les respeta" por lo que asegura que pudo haber parado lasa muertes si se lo hubiese pedido a su hijo.

Altercados con la policía

Cuando los tres acusados abandonaron la Audiencia escoltados en el interior de un furgón policial. Cerca de 30 miembros de la familia de los fallecidos rompieron el cordón de la policía y llegaron a golpear el coche con puñetazos y patadas.

Comenzaron a gritar "asesinos", "queremos justicia", y forcejearon con los agentes que lograron que la situación no pasase de gritos e insultos.

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