La Policia Nacional ha detenido en el Prat a un ciudadano venezolano de 54 años que llevaba 1,7 kilos de cocaïna en 108 cilindros en sus intestinos.

El ´bolero´, que es como se conocen a las personas que transportan la droga en el interior de su organismo, tuvo que ingresar en el hospital de Bellvitge donde le extrajeron los cilindros sin que se le reventara ninguno.

Los investigadores no dejaban de mostrar su incredulidad por la cantidad de droga que transportaba Manuel Antonio O.H., natural de Caracas, ya que "1,7 kilos es una cantidad desmedida que agrava aún más la situación de peligro vital a que se someten los ´boleros´ si alguno de los cilindros tiene un escape de cocaïna".

Lo delató una radiografía

Manuel Antonio fue detenido después de que los agentes que se encargan del control de extranjería sospecharan de él y tras comprobar que no había nada extraño en su equipaje lo sometieron a una prueba radiológica que reveló la existencia de decenas de cilindros en sus intestinos.

La policía le confiscó tras deternerlo y conducirlo a Bellvitge 1.500 euros y 136.000 bolívares.

Tenía una reserva

El detenido tenía una reserva de hotel en Barcelona que había realizado un desconocido, posiblemente de la organización de narcotraficantes que habían pagado al ´bolero´ para que se jugara la vida transportando la droga en el interior de su cuerpo.

En los últimos meses se han multiplicado las confiscaciones de cocaína en el aeropuerto de Barcelona que se ha convertido en una de las principales vías de entrada de esta droga en Cataluña desde que existen los vuelos directos hacia Sudamérica.