Si hay que buscar el lado positivo, que lo hay, es que han bajado considerablemente las listas de espera. Sólo un 8,8% de los que no han podido recibir tratamiento sanitario lo achacan a las esperas, mientras que hace un año ese porcentaje era mucho mayor, del 28,3%.

Eso sí, seguimos sin ir al médico y alegamos falta de tiempo, ya que hay que trabajar. Es una lástima que cunda tan poco, ya que ni trabajando nos da para ir al dentista. Un 30% de los que no han pasado por las consultas odontológicas aseguran que no se lo puede permitir económicamente, y no es de extrañar si tenemos en cuenta que el salario medio por persona en esta comunidad es de 7.363 euros al año y que hay un 25,5% de la población que está por debajo del umbral de la pobreza. De hecho, el 42% no supera los 14.000 euros anuales.

No estamos para sustos

Mal está que el 37% de los castellanoleones no puedan permitirse ir de vacaciones, pero está peor que el 23% reconozca que no tendría para afrontar gastos imprevistos. Y que no haya sorpresas, porque el 62% recibe algún tipo de prestación social.

Más ingresos en las familias

Los hogares españoles ingresan al año más de 22.400 euros netos de media, lo que significa un 4,4% más que el pasado año, según la encuesta del INE. Sólo en nueve comunidades, entre ellas Castilla y León, no se superan ni los 21.000 euros. Además, entre la población hay un 20% (más mujeres que hombres) que se encuentra por debajo del umbral de pobreza, una cifra muy similar a la que se registró el año anterior. Casi todos tenemos lavadora, televisión y teléfono, pero la cosa cambia cuando hablamos del ordenador (un 55% no lo tiene en la comunidad) y del coche (un 28% carece aquí de este medio de transporte).