La autopsia practicada al detective privado Luis Hernández, cuyo cadáver apareció el pasado domingo tirado en un descampado de Madrid, reveló que murió por asfixia, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

Según el informe forense, el cuerpo de la víctima presentaba signos de violencia, si bien sostiene que los golpes que recibió la víctima no fueron la causa de la muerte.

El cadáver de Luis Hernández fue encontrado el pasado domingo maniatado y con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico en un descampado del distrito madrileño de Fuencarral, tras una llamada anónima.

La víctima, que trabajaba de forma "puntual" en la seguridad de algunas ferias que se llevan a cabo en el Recinto Ferial de Ifema.

El detective había salido de trabajar el viernes y, tras tomarse un bocadillo en la calle Alcalá, se dirigió a una zona de copas de la calle García Noblejas, donde fue visto por última vez.

Hernández, que recientemente recibió la medalla a la constancia por sus 25 años de dedicación profesional, ha sido traslado esta tarde al Tanatorio de Tres Cantos y será enterrado mañana.

La investigación

Otras fuentes consultadas por EFE aseguraron que la policía está investigando, entre otras cosas, la posibilidad de que la muerte del detective esté relacionada con alguno de los casos que había llevado la víctima.

Por este motivo, la socia del fallecido estuvo declarando a lo largo de esta mañana ante la policía, con la que estuvo repasando los casos que había llevado la víctima, apuntaron las mismas fuentes.