La procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de la Alegría ha puesto el punto final a esta Semana Santa vallisoletana, que se ha despedido con sol ante las miles de personas que han salido hoy a las calles para ver el desfile de cofrades, mantillas blancas y claveles rojos.

De esta forma, tambores y cornetas han comenzado a sonar a las 12.25 horas en la Catedral de la ciudad, donde se ha iniciado el recorrido hasta la Plaza Mayor con el sonido de tambores y cornetas como principal banda sonora.

Por su parte, los cofrades más pequeños han agitado campanillas para celebrar con los fieles la 'Resurrección de Cristo' y contribuir a engalanar el cierre de unos días que para fieles y cofrades "han sabido a poco".

La lluvia ha impedido que se pudiera disfrutar este 2013 de algunas de las procesiones más célebres de Valladolid, que durante nueve días ha acogido un mayor número de tormentas que de actividades religiosas en las calles.

Finalmente, las 19 cofradías han podido celebrar el Domingo de Resurrección con un acto que se ha iniciado a las 10.30 horas en la iglesia de San Benito, desde donde ha salido la Cofradía del Santo Sepulcro y representaciones de las distintas hermandades han acompañado los pasos de la 'Virgen de la Alegría' y el 'Santo Sepulcro Vacío' —obra de José y Alonso de Rozas—.

Al mismo tiempo salía del convento de Porta Coeli la Cofradía de Nuesto Padre Jesús resucitado, que portaba el paso del mismo nombre realizado por Ricardo Flecha en 1994.

Más tarde, a las 11.00 horas, cofrades y fieles han participado en la tradicional misa pascual que ha presidido desde el templo catedralicio el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Tras la pronunciación del Fervorín y la impartición de la Bendición Apostólica en la seo, la puerta principal de ésta se ha abierto y al son de la marcha real ha comenzado la procesión "más alegre" y menos lluviosa de esta Semana Santa.

Finalmente, al filo de las 14.00 horas, la Virgen se ha encontrado con el Cristo y la "alegría" de madre e hijo ha sido festejada en una abarrotada Plaza Mayor. Allí, la suelta de palomas y el sonido del 'Aleluya' de Haendel ha impregnado el deseo de que el próximo año la meteorología "por fin, se ponga de parte de los cofrades".