La Alianza que conforman las organizaciones agrarias UPA y COAG ha expresado su preocupación porque la climatología en el último mes en Castilla y León, con exceso de humedad y lluvias, origina "graves" problemas a la hora de recoger las 160.000 toneladas de remolacha y las 10.000 hectáreas de maíz.

Además, las organizaciones, en un comunicado recogido por Europa Press, han señalado que las elevadísimas precipitaciones de las últimas semanas retrasan la siembra de cultivos como la remolacha y se impide a los agricultores realizar labores propias de esta época del año.

De hecho, en un año normal por estas fechas ya estaría sembrada el 60 por ciento de la superficie de remolacha, cuando la realidad a día de hoy es que resulta imposible acceder a las parcelas para preparar dicha siembra, han afirmado.

Sin embargo, frente a estos problemas, la Alianza considera que este elevado régimen de lluvias resulta "especialmente positivo" para los pastos y por lo tanto para la ganadería, ya que se garantiza el alimento de los animales tras un año como el pasado, "especialmente duro" para los productores por la sequía en zonas ganaderas.

Además, han afirmado que resulta "muy positivo" el nivel actual de almacenamiento de agua en los embalses de la región ya que alcanza el 74 por ciento, lo que representa tres puntos por encima de la media de los últimos diez años, de manera que se garantiza la campaña de riego en toda la cuenca del Duero.

Respecto al sector cerealista, muy importante para Castilla y León, las organizaciones agrarias han añadido que las elevadas precipitaciones son beneficiosas, especialmente para las siembras tempranas. Aún así, hay terrenos que están sufriendo un "excesivo encharcamiento" de agua con "riesgo de podredumbre", que afecta directamente a la raíz de la planta, en aquellos cultivos que no se desarrollaron convenientemente.