Cantabria ha sido en febrero la única comunidad autónoma, junto con Asturias, con una tasa de variación anual negativa de los precios industriales, que bajaron un 0,5 en febrero, cuatro décimas menos que en el Principado, según ha informado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, en España, los precios industriales subieron un 0,2% el pasado mes de febrero respecto al mes anterior, y se incrementaron un 2,1% en términos interanuales, cinco décimas menos de lo que lo hicieron en enero (2,6%), logrando su tasa más baja desde febrero de 2010.

Con este aumento interanual en el segundo mes del año, los precios industriales encadenan 39 meses de subidas consecutivas. El repunte interanual de febrero ha sido inferior al de enero debido, sobre todo, al comportamiento de la energía.

Según los datos consultados por Europa Press, en el caso de Cantabria, y por destino económico de los bienes, el sector industrial que más influye en el descenso interanual de los precios es el de los bienes de consumo (-3,2%), especialmente los no duraderos (-3,4%) mientras que los duraderos bajaron un 1,8%. Igualmente se produjo un descenso del 0,5% en los precios de los bienes de equipo.

Por contra aumentaron los precios de la energía, un 3,4%, y los de los bienes intermedios, que registraron un incremento interanual del 0,3 por ciento.

El incremento de los precios de la energía en Cantabria en febrero contrasta con el descenso de un punto (1,6%) registrado a nivel nacional y debido a los precios de la producción de energía eléctrica, que ha reducido su tasa interanual hasta el 1%, la más baja desde septiembre de 2010. En contraste, el refino del petróleo, que también se incluye en el sector de la energía, elevó dos puntos y medio su tasa interanual, hasta el 1,4%, por la subida de precios experimentada en febrero.

También difieren los datos de Cantabria de la media en cuanto a los bienes intermedios porque en la comunidad se incrementaron y en el conjunto del país redujeron su tasa anual siete décimas, hasta el 1,8%, gracias, sobre todo, a los descensos registrados en la fabricación de productos químicos básicos, en la fabricación de productos para la alimentación animal y en la producción de metales preciosos.