Elecciones ecuatorianas desde Catalunya

Los miembros de siete mesas electorales no aparecen, pero hubo voluntarios.
Ciudadanos ecuatorianos hacen cola para acceder al Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron y poder ejercer su derecho a voto, ayer. (Hugo Fernández)
Ciudadanos ecuatorianos hacen cola para acceder al Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron y poder ejercer su derecho a voto, ayer. (Hugo Fernández)
Ciudadanos ecuatorianos hacen cola para acceder al Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron y poder ejercer su derecho a voto, ayer. (Hugo Fernández)
Cargados de escepticismo pero animados por un sentido del deber cívico, miles de ecuatorianos emigrados a Cataluña (hay 67.000 empadronados, pero se calcula que son 110.000) participaron ayer en Barcelona en la segunda vuelta electoral para la presidencia de la República, disputada entre el millonario Álvaro Noboa y el izquierdista Rafael Correa Correa.A las siete de la mañana se abrieron las puertas del Palau Olímpic de la Vall d’Hebron, donde se habían montado 34 mesas electorales, 14 para los hombres y 20 para las mujeres, para que votaran los 16.617 ecuatorianos que pidieron participar. Los miembros de siete mesas no se presentaron, así que se recurrió a voluntarios.

«Los taché a los dos, hice una votación nula», contaba Fausto Zambrano, de 48 años y llegado en 2000 huyendo de la grave crisis del año anterior. El cónsul general en Barcelona, José Núñez Tamayo, reconocía la «amargura» de muchos de sus compatriotas emigrados por el «fracaso de los grupos, de los partidos políticos». La mayoría de los votantes aseguraba tener poca confianza en que se solucionen pronto los problemas del país, y por ese motivo temían que en las próximas presidenciales –en 2011– volverían a encontrarse en el Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron para votar.

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