El protagonista del clásico del cine porno 'Garganta profunda' fallece a los 65 años

  • La estrella del cine porno de los años 70, Harry Reems, murió el martes a causa de un cáncer de páncreas.
  • Su participación en 'Garganta profunda', una de las películas más rentables de la historia y obra de culto, marcó un antes y un después en su carrera.
  • Sufrió una 'caza de brujas' por parte de Nixon y fue acusado de transportar material obsceno, aunque finalmente su condena fue anulada.
Cartel de la película 'Garganta profunda'.
Cartel de la película 'Garganta profunda'.
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Cartel de la película 'Garganta profunda'.

Harry Reems, estrella del cine pornográfico y protagonista de uno de los títulos más conocidos de ese género, Garganta profunda, falleció el martes en Utah a los 65 años tras una larga lucha contra un cáncer de páncreas, informó hoy la revista Variety.

Nacido en Manhattan, aprovechó su buena imagen y su resistencia sexual para comenzar a los 21 años su trayectoria en el mundo del cine X. La fama le llegó en 1972 por su papel en Garganta profunda, obra de culto en la que compartió escenas con Linda Lovelace en 1972.

Este título supuso un tremendo éxito empresarial: con un coste de 25.000 dólares que generó 600 millones en beneficios, la mayor parte de ellos en el mercado del vídeo, confirmándose como una de las cintas más rentables de la historia del cine.

La cinta se convirtió inesperadamente en el epicentro de una tormenta social y política sin precedentes y en un gran fenómeno cultural.

Depués de Garganta profunda, Reems pudo completar más de 100 producciones para adultos entre las décadas de 1970 y 1980, incluidas The Love Witch y The Devil in Miss Jones.

Su época oscura y decadencia

Garganta profunda fue también la causa de que Harry Reems sufriera un episodio oscuro en su carrera, cuando el FBI y el gobierno de Nixon iniciaron una cruzada contra la obra y sus creadores, a los que acusaban de pornografía y obscenidad.

La cinta llegó a ser prohibida en 23 estados de EEUU y sufrió el acoso a sus protagonistas, especialmente a Reems, acusado de conspiración por transportar material obsceno a través de las fronteras estatales.

Cuando Reems fue declarado culpable en 1976, un grupo de personalidades en defensa de las libertades civiles junto a figuras de Hollywood como Jack Nicholson o Warren Beatty, se pusieron de su parte y finalmente su condena fue anulada.

Reems tuvo en su mano dar el salto a la gran pantalla cuando fue contratado originalmente para aparecer en la película Grease pero los productores se echaron atrás por miedo a la reacción del público y el personaje fue a parar a Sid Caesar.

Esa incapacidad para encontrar papeles en el cine para todos los públicos le sumió en una gran depresión que le llevó a abusar del alcohol y las drogas.

A finales de los 80, tras dejar atrás esa etapa, se convirtió al cristianismo y trabajó como un exitoso agente inmobiliario.

En la ciudad de Park City (Utah), conoció a su esposa Jeanne.

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