María del Mar Blanco exige la "disolución incondicional" de ETA, su desarme y el "reconocimiento del daño causado"

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco, ha exigido la "disolución incondicional" de ETA, su desarme y "por supuesto, el reconocimiento del daño causado" por dicha banda terrorista.
María del Mar Blanco
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EUROPA PRESS
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La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco, ha exigido la "disolución incondicional" de ETA, su desarme y "por supuesto, el reconocimiento del daño causado" por dicha banda terrorista.

Ha afirmado asimismo que la "plena confianza" en el "estado de derecho" ha permitido que "hoy ETA esté derrotada policialmente", si bien ha añadido que "es cierto" que aquélla "políticamente" está "más fuerte que nunca".

De este modo, ante el "final del terrorismo", ha apuntado que ahora "no valen ni las prisas ni los atajos porque son ellos (los terroristas) los que tienen que tener prisa por convertirse, por reconvertirse, por aceptar las reglas de juego democrático, las mismas reglas" que acepta "cualquiera" de los ciudadanos, y ha añadido que "en definitiva, (los terroristas) no pueden seguir dando lecciones a los que siempre" han estado "al lado de la ley, la libertad y la democracia".

"Estamos hoy más que nunca obligados a escribir la historia desde la verdad de lo ocurrido, y a no permitir que otros, los que han causado tanto daño y tanto dolor pretendan rescribirla a su antojo", ha apuntado.

En este sentido, ha señalado que "sólo desde la memoria, la verdad y por supuesto también de la justicia" se conseguirá que "nunca nada ni nadie permita a los terroristas justificar y legitimar cada uno de los crímenes cometidos".

AMBIGÜEDAD

Se ha referido en este punto a que "este mundo que no condena a ETA, que quiere manipular y confundir a las nuevas y futuras generaciones pretende imponer un relato basado en la ambigüedad, en la equidistancia, o incluso en el propio olvido de la verdad y de la memoria de las propias víctimas como si de un mal sueño se tratara que al despertar todo se pudiera olvidar".

Así, en unos momentos como los actuales en los que ETA "ha dejado de matar pero no de existir", según ha dicho, hay que ocuparse de que la "memoria de quienes han luchado contra el terrorismo perdure en el tiempo, sin que se olvide lo que hicieron" para defender "a todos", para "defender" la democracia y la libertad, ha añadido.

De este modo se ha pronunciado María del Mar Blanco durante la inauguración este viernes en Mérida (Badajoz) de la Plaza Miguel Ángel Blanco (antigua Glorieta de Juan de Ávalos).

Este acto, según ha subrayado, supone para las víctimas del terrorismo y la sociedad en general "un símbolo de la paz, de la libertad y sinónimo también de verdad, dignidad, memoria y justicia, ahora y para siempre".

"Hoy con esta inauguración de verdad mostráis vuestro claro compromiso por mantener muy viva la memoria de las víctimas y esto os puedo asegurar que es garantía de una auténtica convivencia en paz y en libertad. En definitiva, es la auténtica convivencia digna posible para todos y cada uno de nosotros", ha concluido ante los asistentes a la inauguración Blanco, quien ha dado "un millón de gracias" por permitir que un "trocito de Mérida" lleve el nombre de Miguel Ángel Blanco, algo que según ha dicho "de verdad nunca" podrá "olvidar".

En un día "muy especial" para ella, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo ha agradecido a Mérida y a Extremadura el "emotivo acto de recuerdo a (su hermano) Miguel Ángel Blanco y todas y cada una de las víctimas del terrorismo", y ha rendido un "homenaje especial" a las víctimas extremeñas de ETA y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

En este sentido, ha agradecido la "extraordinaria labor" que "sin lugar a dudas" ha llevado a "vivir estos momentos de esperanza, de ilusión y sobre todo de libertad" que, ha dicho, se están viviendo en el País Vasco y en el conjunto de España.

Ha definido igualmente la plaza inaugurada este viernes en Mérida (Badajoz) como "un auténtico símbolo de resistencia ante la utilización de la vida humana por parte de los fanáticos y de constancia en la defensa de los principios y de solidaridad".

"Un símbolo que permitirá el recuerdo constante de todos aquellos inocentes que han sufrido y padecido la brutal lacra del terrorismo, un símbolo de memoria viva de quienes nunca convirtieron convertirse en héroes de nuestra democracia, de quienes nunca se callaron ante el terror, ante el miedo y ante la amenaza", ha añadido.

Espíritu de ermua

De igual modo, Blanco ha señalado que con el acto de este viernes se hace también "una clara defensa" del denominado 'Espíritu de Ermua'. "En aquellos días de julio del año 1997 (fecha del asesinato de su hermano) conseguimos sin lugar a dudas uno de los logros más significativos e importantes: la unidad social, la unidad política; donde todos tuvimos claro que no podíamos ceder ante el chantaje de los terroristas".

Igualmente en alusión a los días del asesinato de su hermano, ha recordado que "la sociedad en general mantuvo en todo momento una clara conciencia en la orientación de la reacción" y en "cómo" enfrentarse al "terrible órdago mafioso desde la dignidad social pero también desde la dignidad política".

Ha añadido en este sentido que la "inmensa mayoría social fue capaz anteponer su dignidad a la apatía o al miedo, supo exigir sin titubeos la derrota del terrorismo reivindicando firmeza democrática y unidad".

Además, ha subrayado que la misma "inmensa mayoría social" supo "sentir el dolor de una familia y la injusticia cometida contra un joven que sólo había hecho el bien a su familia, a sus amigos y a su comunidad".

"Un joven que tenía sueños, futuro y sobre todo esperanza de una paz y libertad posible, algo que le motivó también a entrar en política", ha añadido en alusión a su hermano María del Mar Blanco, quien ha señalado que el compromiso de aquél "por la vida y por defensa de los derechos fundamentales fue castigado por los terroristas arrebatándole la vida". "Pero lo que nunca, nunca consiguieron fue arrebatarle su esencia, ese lugar de inocencia y humanidad en la que nos sentimos reflejados todos los ciudadanos de bien", ha añadido.

"Miguel Ángel permanece en la conciencia y en el corazón de la gente de bien, y me alegra ver cómo continúa siendo un referente entre la sociedad", ha subrayado, al tiempo que ha afirmado que "su recuerdo es tiempo de libertad, de conciencia y de solidaridad, de defensa de los principios democráticos por los que muchos ciudadanos españoles han dado su vida, su integridad física, su libertad o incluso su seguridad en una larga lucha por la derrota del terrorismo".

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