El exdirector general de Promoción Cultural y Política Lingüística de la Consejería de Cultura, Comunicación Social y Turismo, Carlos Madera, ha defendido este miércoles su buen hacer como funcionario y como alto cargo en la Administración del Principado. "Cualquier sombra de duda solo podrá existir en la mente de quien la busca", ha dicho en referencia a su imputación en el 'Caso Marea', sobre presuntas contrataciones irregulares.

Madera, actual jefe del Servicio del Área de Evaluación de tecnologías Sanitarias de la Consejería de Sanidad del Principado, se ha acogido a su derecho a no responder preguntas de la comisión de investigación que se desarrolla en la Junta General, realizando una declaración previa en la que ha negado haber realizado o tolerado actuaciones al margen de la legalidad. "La primera obligación de todo servidor público es el respeto a la legalidad", ha argumentado.

En este sentido, quien fuera también director general de Servicios Comunitarios y Prestaciones entre 1999 y 2003, ha remarcado que es médico funcionario de carrera, por lo que cree que con su profesión hubiera ganado más dinero "con menos contratiempos en lo personal" que dedicándose a la política. Por ello, ha dicho estar "orgulloso" de haber sido alto cargo por su vocación de servicio y afirmó "categóricamente" que no pidió ningún trato de favor, siendo su patrimonio el mismo que cuando llegó a la política.

Además, Madera comentó que entre sus competencias no se encontraban labores de contratación, salvo las delegadas, sino que se trataba de una función de marcado carácter político en permanente contacto con medios de comunicación, recorriendo Asturias para la difusión y promoción cultural.

Carlos Madera apuntó, así, el riesgo de que su notoriedad de entonces pueda operar ahora en su contra después de ser acusado por la imputada Marta Renedo. Con todo, ha defendido que su actuación en el desempeño del cargo se basó siempre en la "rectitud, responsabilidad, lealtad y transparencia profesional y personal".