Otro testigo dice que Ortega Cano hizo un doble adelantamiento en línea continua y a "150 km/h"

Un segundo testigo ha señalado este miércoles que momentos antes del accidente mortal en el que falleció Carlos Parra el extorero José Ortega Cano realizó un doble adelantamiento en un tramo de carretera señalizado con doble línea continua al encontrarse justo antes de llegar a una curva en la carretera de Burguillos a Castilblanco de los Arroyos, añadiendo además que el acusado circulaba a una velocidad de "140 o 150 kilómetros por hora".

Un segundo testigo ha señalado este miércoles que momentos antes del accidente mortal en el que falleció Carlos Parra el extorero José Ortega Cano realizó un doble adelantamiento en un tramo de carretera señalizado con doble línea continua al encontrarse justo antes de llegar a una curva en la carretera de Burguillos a Castilblanco de los Arroyos, añadiendo además que el acusado circulaba a una velocidad de "140 o 150 kilómetros por hora".

En su declaración en la segunda sesión del juicio que celebra el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, Francisco José R.A. ha relatado que el día 28 de mayo de 2011 circulaba con su coche por la carretera A-8002 que enlaza ambos municipios sevillanos, a pocos kilómetros de donde se produjo el siniestro, cuando observó cómo el coche conducido por el acusado le adelantó antes de llegar a una curva y, sin volver a su carril, adelantó también a una furgoneta que circulaba delante, aunque este último adelantamiento se produjo "ya en la curva".

"No se veía absolutamente nada, es una curva peligrosa y sin visibilidad", ha aseverado este testigo, quien ha precisado que "le llamó la atención el ruido" que hacía cuando le estaba adelantando el todoterreno conducido por el exmatador de toros, que "no iba frenando, sino acelerando", y ha agregado que tras realizar este doble adelantamiento vio cómo el coche de Ortega Cano subía una cuesta llamada 'Barranco Hondo' hasta que lo "perdió de vista". "Iba echando como humo negro por los tubos de escape", ha afirmado.

Tras ello, el testigo siguió su camino hasta que fue alertando por el conductor de otro vehículo de que más adelante se había producido un accidente —el protagonizado por el acusado y Carlos Parra—, por lo que paró y llamó al servicio de Emergencias 112, observando en dicho lugar un Seat Altea —el vehículo de la víctima—, que tenía "la luna destrozada", a lo que se suma que había un "fuerte" olor a gasolina y a goma quemada.

Siguiendo las indicaciones de la operadora del 112, "me dirigí al Seat Altea y me lié a hablar con él, pero no contestaba nadie", ha dicho el testigo, quien ha precisado que no se acercó al vehículo del exmatador de toros, para quien la Fiscalía pide cuatro años de cárcel por un delito de homicidio imprudente en concurso con dos delitos contra la seguridad vial.

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