A continuación firman un contrato temporal (dos o tres años) para pasar a la reserva y poder ser activados para realizar los trabajos que desarrollan en su vida civil, como arquitectos, médicos o informáticos, pero en unidades militares. La activación es voluntaria y en ningún momento pueden ser obligados a incorporarse al Ejército. Estos reservistas serán homologados con los cargos militares según su formación académica y capacitación profesional. De esta forma serán oficiales, suboficiales o tropa y recibirán el mismo salario.
Sin estrenar
La UME, que puede definirse como la Protección Civil del Ejército, aún no se ha estrenado. Cuenta con seis bases en todo el territorio nacional y aún está en fase de consolidación. Se estima que la plantilla estará cerrada para 2008 con más de 4.300 militares profesionales, a los que habrá que sumar los civiles que voluntariamente quieran vincularse a esta unidad.
1.000 plazas para voluntarios
El Ministerio de Defensa acaba de convocar 1.000 plazas para reservistas voluntarios (BOE del 17 de noviembre) distribuidas entre el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire. Las profesiones que se demandan son variadas y van desde meteorólogo, cartógrafo, mecánico o informático hasta electricista, aeronáutico o deportista de élite. Los interesados en cubrir una de estas plazas para desempeñar su profesión en destinos militares pueden solicitar la cita previa para hacer las pruebas antes de 20 días en los centros de reclutamiento.
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