El Gobierno de Cantabria ha reunido a la Comisión Técnica de Patrimonio Etnográfico y Paisaje tras varios años de inactividad. Con esta iniciativa, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte quiere paliar el "desinterés" que sobre esta materia existía hasta el momento y dar un "impulso" a las políticas de protección de este patrimonio calificado de "frágil", en colaboración con los ayuntamientos de la región. Para ello, entre otras medidas, convocará un premio de 'Investigación de Patrimonio Cultural de Cantabria'.

Según ha informado este jueves el Gobierno, la convocatoria coincidió con la celebración del X aniversario de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que fue aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en octubre de 2003. España ratificó la Convención en 2006.

En dicha reunión, que estuvo presidida por el director general de Cultura, Joaquín Solanas, se dio a conocer el 'Informe sobre el estado de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial en la Comunidad Autónoma de Cantabria', una de cuyas principales conclusiones es que el patrimonio cultural inmaterial se caracteriza por su "máxima vulnerabilidad", existiendo "cuantiosos riesgos" que amenazan su conservación.

La comisión valoró la necesidad de inventariar este rico patrimonio comenzando por el ámbito de la tradición oral y de la protección legal de sus manifestaciones, como representaciones, escenificaciones, juegos y deportes tradicionales.

A fin de potenciar el estudio en el campo de la protección del patrimonio, y coincidiendo con las celebraciones del décimo aniversario, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte convocará un premio de 'Investigación de Patrimonio Cultural de Cantabria' y además, está preparando un calendario de actividades para cuyo diseño se va a contar con las aportaciones que se realicen desde los municipios de la región.

Protección del patrimonio inmaterial

Las maneras de vida tradicionales que dieron lugar a lo que ahora se considera patrimonio inmaterial y/o etnográfico, que ha evolucionado y se ha aproximado a los estándares impuestos por las cultura urbana. Por esta razón constituye un reto para los responsables culturales identificar y contribuir a perpetuar el bagaje cultural propio.

El concepto de patrimonio cultural se ha ido ampliando a lo largo del último siglo. De lo monumental, artístico y antiguo, como principales valores para su protección, se ha pasado a tener en cuenta también aquellos otros valores que integran la nueva concepción de la cultura, con cabida para los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas —junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes— que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.

Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo a si a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.