La Unidad Militar de Emergencias podrá actuar contra catástrofes nucleares, radiológicas, biológicas y químicas (NRBQ) a partir de 2014, cuando alcance la capacidad operativa total que este año dará un paso importante con la adquisición de los medios materiales necesarios para intervenir ante una emergencia de estas características.

Según ha explicado este jueves a los periodistas el jefe de la UME, general César Muro, con las capacidades cubiertas para hacer frente a inundaciones, incendios y nevadas, se espera que este mismo año esta unidad avance en la especialidad que falta por cubrir: los riesgos NRBQ.

En concreto, se espera que este año empiecen a incorporarse los vehículos especiales que incluirán sistemas de reconocimiento, análisis, descontaminación e intervención, de manera que en 2014 fue declararse la 'capacidad operativa final'.

Según ha explicado el general Muro, la UME contará con entre 150 y 200 efectivos, unas dos compañías, especialidades en estas misiones: reconocimiento, intervención y descontaminado ante una emergencia de estas características.

El general ha señalado que en la actualidad existe "dispersión" de este tipo de medios, aunque no existe ningún cuerpo del Estado con unidades de intervención en estas emergencias, una capacidad que sí desarrollará la UME.

Por lo pronto, la Unidad Militar de Emergencias ya participará en un simulacro que se organizará el próximo otoño en la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres), que estará liderado por la Dirección General de Protección Civil.

Una catástrofe como el 'KATRINA'

En segovia

La UME sí estará al frente de otro gran ejercicio que tendrá lugar este fin de semana en Palazuelos de Eresma, en la provincia de Segovia, en el que se pondrá a prueba su control de una catástrofe provocada por una gran inundación, similar a la ocurrida en Nueva Orleans con el 'Katrina'.

El general Muro ha insistido en que la emergencia del 'Katrina' y la crisis tras el accidente nuclear en Fukushima son los dos incidentes de los últimos años de los que la UME está extrayendo "grandes enseñanzas".

En Segovia, se simulará una gran avalancha de agua que llevará consigo la rotura de la presa del Portón Alto, que provocará a su vez sendos accidentes en un complejo petroquímico y una fábrica de combustible para centrales nucleares. La catástrofe dejará un balance de más de 500 fallecidos, 1.000 desaparecidos y 12.000 personas sin hogar.

En su gestión intervendrán unos 2.000 efectivos, de los que unos 1.500 serán de la UME. También intervendrán Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Cruz Roja, el Consejo de Seguridad Nuclear, el Ministerio de Fomento y la Junta de Castilla y León, entre otros organismos.

Será el 'gran simulacro' que realizará la UME este año, el segundo después del que hicieron el año pasado en Cogolludo (Guadalajara). A diferencia del año pasado, en este ejercicio se pasará rápidamente al nivel de emergencia 3, que implica que deberá ser gestionado como una catástrofe de índole nacional.

El objetivo es que todos los organismos intervinientes en este tipo de incidentes estén coordinados e interconectados, en lo que la UME juega un papel destacado.

El general ha defendido que la Unidad Militar de Emergencias es el "órgano ideal para gestionar el caos", un concepto "muy innovador" que ha despertado interés en muchos países en Iberoamérica y en países vecinos.

De hecho, ha explicado que en estos momentos hay en Madrid un coronel marroquí, experto en estos temas, para trabajar con los militares españoles, que volverá este verano para ver de cerca cómo actúa esta unidad en temporada de incendios.

Preparados las 24 HORAS

El general Muro, que lleva cinco meses al frente de la Unidad Militar de Emergencias, ha explicado que en este tiempo lo que más le ha "sorprendido" ha sido la alta capacitación y preparación del personal de esta unidad, que cuenta con casi 4.000 militares.

El general ha recalcado que pertenecer a esta unidad requiere un nivel de "compromiso" importante —cuenta siempre con 1.000 efectivos preparados para salir "en menos de 24 horas"— y un personal "muy especializado". "Aquí, el que menos tiene experiencia en 60 grandes incendios", ha apuntado.