La propuesta de convenio para Pérez Giménez busca su continuidad, mantener el empleo y pagar a los acreedores

La propuesta de convenio que ha presentado el accionista mayoritario y administrador único de Laboratorios Pérez Giménez, en el marco del concurso de acreedores en el que está inmersa dicha empresa farmacéutica radicada en Almodóvar del Río (Córdoba), tiene como principales objetivos "mantener la continuidad de la empresa y, por tanto, el mayor número de puestos de trabajo", buscando también que todos los acreedores, cualquiera que sea su clase y naturaleza, perciban la mayor parte posible de sus créditos".

La propuesta de convenio que ha presentado el accionista mayoritario y administrador único de Laboratorios Pérez Giménez, en el marco del concurso de acreedores en el que está inmersa dicha empresa farmacéutica radicada en Almodóvar del Río (Córdoba), tiene como principales objetivos "mantener la continuidad de la empresa y, por tanto, el mayor número de puestos de trabajo", buscando también que todos los acreedores, cualquiera que sea su clase y naturaleza, perciban la mayor parte posible de sus créditos".

Así se recoge en dicha propuesta, a la que ha accedido Europa Press, y que fue presentada por el citado administrador único, Sergio Martínez, este lunes en el Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba, solicitando su admisión y que dé traslado de la misma "a la administración concursal para que emita el informe de evaluación" preceptivo, siendo la base de dicha propuesta la venta de la rama productiva de la factoría a un inversor para, con el dinero obtenido, iniciar el pago de la deuda, de unos 50 millones de euros. En ese escenario, Martínez mantendría el control sobre la comercialización de medicamentos, que no sobre su producción, que corresponderá al nuevo inversor, el cual, según la propuesta, asumirá también los contratos de los trabajadores.

En este sentido, en la propuesta se argumenta que las principales actividades que ha venido desarrollando Pérez Giménez han sido, de un lado, la comercialización y distribución de productos farmacéuticos de toda índole (medicamentos, sanitarios, alimenticios y cosméticos), mientras que, de otro lado, también se ha dedicado a la fabricación de ciertos medicamentos.

Esta última actividad "precisa de grandes dosis de circulante y un componente de inversión y mantenimiento que, en las condiciones actuales de insolvencia y ante las graves restricciones de crédito bancario, se hacen muy difíciles de mantener, poniendo en peligro la continuidad de la empresa (entendida como negocio) y el mantenimiento del empleo hoy existente".

Por ello, el convenio propuesto por Martínez parte de que, previamente a la aprobación firme del mismo, se proceda dentro del concurso, "a la venta de los bienes y derechos, así como la cesión de los correspondientes contratos de trabajo, que integran la rama de actividad de fabricación de especialidades farmacéuticas, de tal manera que un tercero adquirente permita la continuidad de ese negocio y el consiguiente mantenimiento del mayor número de puestos de trabajo".

De este modo, una vez realizada la venta de la rama productiva, la actividad de la sociedad que controla Martínez "se centrará en la representación comercial de productos farmacéuticos y parafarmacéuticos".

La idea es que "con el precio de la venta de la rama (productiva), más los ingresos que se obtengan de la actividad de representación comercial de especialidades farmacéuticas y parafarmacéuticas", se proceda al cumplimiento del convenio, una vez aprobado, y al pago a los acreedores, en base a un plan de pagos a lo largo de cinco años, mediante el se pagará el diez por ciento de la deuda a los tres meses de la aprobación firme del convenio y un dos por ciento más dentro del primer año transcurrido, después, en el segundo año se pagará el cinco por ciento, el tercer año el 15 por ciento, el cuarto año el 30 por ciento y el quinto año el 38 por ciento restante.

En la propuesta "la venta de la rama (productiva) constituye la premisa y el presupuesto que permitirá el cumplimiento del convenio", pues se espera lograr el dinero suficiente para, al menos, abonar el citado diez por ciento inicial.

En relación con dicha venta, en la propuesta también se recoge que la sociedad de Laboratorios Pérez Giménez, que controla Martínez, "ha venido manteniendo contactos con distintos inversores nacionales e internacionales, que han mostrado interés en la adquisición de la rama (productiva)", de modo que, "tan pronto como este convenio sea admitido a trámite", la intención de Martínez es que, de común acuerdo con la administración concursal, se promuevan "los trámites previstos en el articulo 43.2 de la Ley Concursal para la venta directa de la rama, antes de que devenga firme la sentencia de aprobación del convenio, a aquel inversor más idóneo que seleccioné" Laboratorios Pérez Giménez "de entre los que en ese momento hayan mostrado interés firme por la rama".

Inversores interesados

En relación con es hipotético inversor, hasta ahora son dos los grupos empresariales que, según publica este martes 'Diario Córdoba', están interesados en reflotar Pérez Giménez, siendo el primero la sociedad Gestión de Farmacias de Córdoba (Gesfacor), dirigida por un empresario andaluz, con el que ya habría cerrado "un convenio para la adquisición".

En el segundo caso está la oferta de Lionside Ltd., que el pasado 15 de febrero presentó "una oferta formal para la adquisición de la totalidad del capital social" de los laboratorios. Esta entidad inversora está formada por varios asesores, entre los que se encuentra "una firma americana experta en asesoramiento financiero para inversiones y adquisiciones a nivel mundial", según ha informado una fuente próxima a Lionside Ltd.

Este nuevo proyecto está enfocado a garantizar "la estabilidad financiera y la supervivencia de la actividad industrial" y contempla "preservar inicialmente el mayor número posible de puestos de trabajo" y "superar, de acuerdo con las previsiones, los 300 trabajadores en 2017".

Los laboratorios presentaron concurso voluntario de acreedores en noviembre del 2011. En junio del 2010 la familia Pérez Giménez vendió la empresa al grupo de inversores Tecris al precio simbólico de un euro y a cambio, los nuevos propietarios se hacían cargo de una deuda de 49 millones de euros. Uno de los investigadores del laboratorio, Sergio Martínez, se hizo después con la mayoría de las acciones.

Por esta firma se han interesado desde entonces grupos empresariales de Rusia, de Perú —que incluso visitaron las instalaciones— y también de Irak, pero ninguna de las operaciones ha cuajado.

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