La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años y medio de cárcel y el pago de una indemnización de 4.200 euros a un politoxicómano de 36 años de edad que apuñaló en el pecho y golpeó con el sillín de una bicicleta a su hermano, quien le recriminó que fuera a vender objetos que no eran suyos.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial condena al acusado, identificado como J.M.S., a dos años y medio de prisión y el pago de una indemnización de 4.200 euros por un delito de homicidio en grado de tentativa, delito por el que el fiscal pedía hasta siete años de cárcel.

La Audiencia considera probado que los hechos sucedieron a las 12,00 horas del día 8 de febrero de 2011, cuando el acusado se encontraba en un trastero ubicado en la calle Antonio Lara de Sevilla sacando y metiendo distintos enseres que había enseñado a un chatarrero "con la pretensión de venderlos".

En ese momento, hizo acto de presencia su hermano, quien le reprochó que intentara vender efectos que no eran suyos y le propinó varios empujones, golpes y una patada en el pecho, que hizo al imputado caer al suelo, donde éste cogió para golpear a su hermano el sillín de una bicicleta y luego una navaja de cinco centímetros de hoja con la que acometió dos veces a la víctima hasta alcanzarle en el pecho estando ya en pie ambos.

Una vez herido, el afectado salió huyendo mientras era perseguido por el condenado y, mientras escapaba, llegó a hacerse con la escoba de un empleado de limpieza para protegerse de su hermano, hasta que finalmente logró huir. La herida con la navaja le provocó un neumotórax que precisó de su ingreso hospitalario.

El acusado, con antecedentes por delitos de robo con violencia o intimidación y lesiones, tiene reconocida a efectos de seguridad social una invalidez permanente total y ha sido consumidor de droga durante un largo de periodo de años, habiendo estado sometido desde 2008 a diversos tratamientos para su rehabilitación.

La adicción le ha llegado a provocar algún episodio de psicosis exotóxica, que le ha dejado un déficit en su facultad volitiva. Además, en el momento de los hechos se encontraba sometido a tratamiento, sin que conste que hubiera perdido el sentido de la realidad o la capacidad de contención de sus reacciones, que tenía no obstante limitadas por la irregularidad en la toma de su medicación.

"no fue un golpe puntual"

La Audiencia dice que la herida sufrida por la víctima "era de aquellas que comprometían su vida si no hubiera sido tratada con prontitud" y denota "el ánimo de provocar la muerte" por parte del condenado, ya que "no fue un golpe puntual" y un testigo explicó que "vio que no hubo una sola acometida hacia la persona herida con la navaja, sino más de una".

"Ese ánimo homicida, siquiera fuera espontáneo y puntual, existió", subraya la sentencia, en la que la Audiencia indica que en el presente caso ha concurrido la eximente incompleta de legítima defensa, pues todos los testigos "coinciden" en que fue la víctima "quien llega vociferando en actitud muy violenta, agarrando al acusado, golpeándolo, lanzándole incluso una patada", mientras que la actitud del imputado "era más bien pasiva".

"Esta paliza que se describe, pues no dudamos que el enjuiciado fue objeto de una violencia tan gratuita como innecesaria, no se constata en su entidad con lesiones que podamos objetivar", añadiendo que el acusado "no inicia ni quiere la pelea, sino que fue objeto de una agresión inopinada y reiterada sin provocación por su parte".

No obstante, "hubo una desproporción en la forma en que se defendió, no ya por el empleo del sillín de una bicicleta, sino por el uso de un arma blanca cuyo empleo tenía peligrosísimas consecuencias", por lo que aplica la eximente incompleta, además de la atenuante de drogadicción.