El Banco Santander liquidó en enero los derechos por pensiones que correspondían a su exdirector general para Latinoamérica Francisco Luzón, que ascienden a un importe bruto de 65,4 millones de euros, después de que el banquero solicitará el abono en una única prestación.

Según figura en el informe de auditoria de 2012, la entidad presidida por Emilio Botín pagó en efectivo 21,1 millones de euros netos correspondientes a la parte de la pensión calculada en función de la retribución fija y las atenciones estatutarias.

Además, Santander abonó 7,1 millones de euros netos por la parte variable ya devengada en la fecha de jubilación, si bien esta cuantía, según los términos contractuales, se procedieron a invertir en acciones del propio banco.

En concreto, el banquero que abandonó Santander en enero de 2012 recibirá 1.144.110 acciones de las que no podrá disponer hasta el 23 de enero de 2017.

El resto de la pensión, 6,6 millones brutos calculados de la retribución variable no devengada, se invirtieron también en 1.061.602 títulos del banco liderado por Botín.

Estas acciones se entregarán a Luzón, con el mismo plazo de indisponibilidad que en el caso anterior y netas de impuestos, o bien quedarán "definitivamente" en poder del Santander "en función de si la retribución variable de la que traen causa se devenga finalmente o no".

Luzón se incorporó al consejo del Santander en 1997 y fue reelegido en las juntas generales celebradas en los años 1999, 2001, 2004 y 2007.