Las lluvias provocan graves inundaciones en Dos Hermanas

M. F./N. P.NOTICIA17.11.2006 - 03:16h
Fue el municipio más afectado por el temporal. En Sevilla, el viento derribo árboles. Hubo también problemas de tráfico.
Tres metros y medio tiene de altura este puente en pleno centro de Dos Hermanas que quedó anegado (A. G.).
Tres metros y medio tiene de altura este puente en pleno centro de Dos Hermanas que quedó anegado (A. G.).
Tres metros y medio tiene de altura este puente en pleno centro de Dos Hermanas que quedó anegado (A. G.).
Aunque empezó a llover desde muy temprano, los vecinos de Dos Hermanas no  imaginaban lo que les esperaba. Sobre las diez y cuarto de la mañana el agua caía con tanta fuerza que la localidad se convirtió en un inmenso río. Los bomberos no daban abasto. Puentes subterráneos anegados, garajes y casas inundados, calles cortadas...Pero pudo ser peor. En el barrio nazareno de la Motilla un muro cayó sin causar daños. Y varias personas fueron evacuadas al quedar atrapadas en sus coches en dos puntos: en el túnel del Hospital de Valme y en la carretera que une Dos Hermanas y Alcalá, a la altura del Tomillar. Alcalá de Guadaíra y Carmona también se vieron afectadas por las fuertes lluvias. En la urbanización Torrepalma de Carmona algunos vecinos tuvieron que ser desalojados. En Alcalá, las peores inundaciones fueron las del polígono de las Chaparrillas.

En Sevilla

En la capital, el colegio Maestro José Fuentes de Sevilla Este suspendió las clases de 200 alumnos por las inundaciones y el desprendimiento de parte del techo del comedor. Otras consecuencias del temporal fueron la caida de árboles, las retenciones en la ronda histórica o la saturación de los centros de acogida de Cáritas y el centro de mujeres inmigrantes.

Además, hubo cortes en carreteras: en la SE-926 a su paso por el Castillo de las Guardas, la que une Dos hermanas con Bellavista y con Alcalá, y la N-IV a la altura del Hospital de Valme.

Persiste la sequía

Las recientes lluvias no son suficientes para acabar con la sequía. Según Francisco Tapia, presidente de la Confederación del Guadalquivir (CHG), «apenas se han notado y los embalses sólo han mejorado un punto o punto y medio». Además, la distribución de las lluvias está siendo muy desigual y es en la zona más occidental donde más agua se está recogiendo. Tapia destaca la complejidad de la gestión del agua y la necesidad de «prevenir, planificar y prever la sequía» así como de «cambiar el sistema de embalses».

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