Los grupos Popular, Socialista y Regionalista han acordado en la reunión de la Junta de Portavoces de este viernes, que se ha prolongado durante más de una hora, llevar la "mesura" y la "cordura al debate parlamentario" tras los "altercados" que se han producido en el hemiciclo —incluyendo la expulsión del diputado socialista Juan Guimerans— y que "no gustan" a sus señorías, sobre todo cuando llegan a "extremos exagerados".

Con todo, los grupos opinan que se trata de "pequeños altercados" producto de momentos "acalorados" y que el comportamiento de los diputados es, en general, "razonable".

El regionalista Rafael Pérez Tezanos, tras subrayar que el Parlamento no es "un convento con voto de silencio" y manifestar que en todas las legislaturas ha habido "comentarios jocosos" desde los escaños, ha precisado que "otra cosa" es la "línea" que últimamente se está viviendo en la Cámara, sobre todo cuando "uno de los principales actores" es el presidente de Cantabria, el 'popular' Ignacio Diego.

"Llevo 14 años de diputado, he conocido a dos presidente antes que el actual y nunca viví esta tensión y estas maneras en los presidentes anteriores", ha destacado.

A preguntas de la prensa, Pérez Tezanos ha reconocido que con los diputados "siempre hubo altercados, cruces de palabras, pero sin llegar a más", apostillando que no recuerda "insultos de los niveles" actuales.

A raíz del acuerdo de la Junta de Portavoces, el regionalista trasladará a su grupo la necesidad de ser "lo más correctos posibles sin rayar en un convento de clausura. Y espero que los demás grupos, como se han comprometido, actúen en consonancia".

Se trata de "actuar con mesura", evitar los insultos y dirigirse a los otros escaños y tratar de "increpar lo menos posible" a los comparecientes para acabar con los "pequeños altercados" que se producen.

En este sentido, ha indicado que el presidente del Parlamento, el 'popular' José Antonio Cagigas, ha manifestado que será "tolerante hasta un punto e inflexible en otro tipo de conductas".

Al hilo, Pérez Tezanos ha señalado que los grupos de la oposición han pedido a Cagigas que aplique también a los miembros del Gobierno la "no condescendencia" con ciertos comportamientos, porque, en su opinión, desde esta bancada se están produciendo "alteraciones".

Sin embargo, el diputado del PRC ha recordado que no es la primera vez que se adopta un acuerdo de este tipo "y luego acabamos como el rosario de la aurora". "Vamos a ver lo que dura el propósito de enmienda. Yo intentaré que sea largo y bueno en la parte nuestra pero dudo mucho que se llegue a esa paz" que se busca, ha reconocido.

Cagigas hace su labor "lo mejor posible"

Por su parte, también en declaraciones a la prensa, el portavoz 'popular', Eduardo Van den Eynde, ha explicado que con el acuerdo se trata de evitar cualquier comportamiento "que se salga de la buena educación y de las buenas costumbres" y de llevar la "tranquilidad y la cordura" al debate, algo que cree que, en principio, podría conseguirse.

En este sentido, ha diferenciado los comportamientos "molestos" que llegan desde otros escaños —"quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra"— de otros "especialmente graves", amparados en la "impunidad" para lanzar acusaciones a la tribuna, como sucedió en el caso del consejero delegado de Sodercan, en alusión a Miguel Ángel Cabetas, o de los "viajes" del senador 'popular', Gonzalo Piñeiro, ha dicho.

"La Cámara no es el tanatorio y entendemos que se pueda interrumpir en un momento pero lo que no se puede admitir es que los diputados, una vez llamados al orden por el presidente, no lo respeten y hagan inviable el debate".

Al respecto, ha negado que Cagigas dé un "trato diferenciado" a los grupos como se sostiene desde la oposición. "No lo ha habido", ha asegurado, aunque ha matizado que el presidente, por su situación en el hemiciclo, "oye lo que oye y a veces no lo oye", pero cuando lo hace, controla el debate "inmediatamente".

En este punto, Van den Eynde ha insistido en que cuando el presidente llama al orden, los diputados están "obligados" a callarse "de inmediato", y ha subrayado que, en cualquier caso, Cagigas hace su labor "lo mejor posible".

"Lo que no podemos es ponerle en situaciones límite de compromiso, ni llegar a extremos en los que se vea obligado a aplicar el reglamento con expulsiones de diputados o acciones de esas características", ha instado.

Con todo, para el diputado 'popular', el comportamiento "en general" de los diputados es "razonable", aunque siempre hay "casos aislados", por lo que él no le da "mayor trascendencia". En este sentido, ha dicho que los medios de comunicación tienen "un poco de responsabilidad" de cara a la imagen de los diputados que llega a los ciudadanos porque en ocasiones se da "demasiada trascendencia a la anécdota" y al "morbo", con lo que "queda oculto" el debate real.

Insultos de diego

Mientras, la portavoz socialista, Rosa Eva Díaz Tezanos, ha explicado en un comunicado que la Mesa se ha dado por enterada de un escrito de queja en el que el PSOE solicita la condena a las "reiteradas conductas irrespetuosas e insultos" proferidos por el diputado y presidente de Cantabria, Ignacio Diego, en las sesiones plenarias de la Cámara, así como el requerimiento al presidente del Parlamento para que ejerza las funciones que el Reglamento de la Cámara le atribuye para la ordenación de los debates y para el "manteniendo de la dignidad de los diputados".

"Nos parece lamentable que por parte del presidente del Parlamento y del presiente del Gobierno se haya intentado cargar las tintas sobre un diputado del Grupo Parlamentario Socialista cuando, precisamente, fue Juan Guimerans el increpado e insultado con palabras totalmente deleznables por parte de la máxima autoridad de Cantabria", ha señalado Díaz Tezanos.

Por otra parte, Díaz Tezanos ha informado que la Mesa del Parlamento, con la mayoría del PP, ha rechazado el recurso de reconsideración que su grupo planteó ante la no admisión a trámite de su pregunta oral ante el Pleno para que Diego informara sobre el caso Bárcenas.