Condenan a una multa de 4.320 euros a un abuelo por abusar sexualmente de su nieta

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a una multa de 4.320 euros a un anciano acusado de abusar sexualmente de su nieta cuando ella tenía siete años en su domicilio de Granada capital y en una parcela que posee en un pueblo de la periferia de la ciudad.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a una multa de 4.320 euros a un anciano acusado de abusar sexualmente de su nieta cuando ella tenía siete años en su domicilio de Granada capital y en una parcela que posee en un pueblo de la periferia de la ciudad.

Pese a que la Fiscalía pedía para él inicialmente seis años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales, los magistrados han optado por imponerle por ese mismo delito la pena de multa "para no perturbar en mayor grado las relaciones familiares", y atendiendo "a la moderada gravedad de los hechos y a la ausencia de un especial interés incriminatorio en los legales representantes de la menor". Además, prohíben al abuelo aproximarse a menos de 300 metros de la niña y de su domicilio, centro escolar o cualquier otro lugar frecuentado por ella, y a comunicarse por cualquier medio durante un periodo de cinco años.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se considera probado que durante el primer semestre de 2010 el acusado, de iniciales M.C.O., aprovechando los momentos en los que se encontraba solo con su nieta, bien en su domicilio de Granada, o en una parcela sita en un pueblo de la periferia, en unidad de propósito y "con ánimo libidinoso", le mostraba a la menor sus genitales, y le hacía que le tocara.

Los jueces consideran como pruebas inculpatorias las manifestaciones de la niña, las declaraciones de los padres, que ya sospecharon de que "algo raro estaba sucediendo" por ciertas afirmaciones de la menor, y el dictamen pericial de las psicólogas, que consideraron creíble, en el rango más alto, el relato de la víctima.

Además, creen que "ninguna de las testigos de descargo", dos de sus hijas y su esposa, fueron capaces de ofrecer "ninguna motivación plausible" al relato de la niña, "salvo la socorrida insinuación de que debía estar influida por el padre, extremo éste que no cuenta con ninguna clase de corroboración objetiva", según señalan en el fallo, contra el que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Durante el juicio, el pasado 29 de enero, el anciano, de 77 años, negó las acusaciones y explicó que la niña pasaba muchos ratos con los abuelos porque sus padres trabajaban, pero aclaro que nunca se quedó a solas con ella. Asimismo, y puesto que su hija, la madre de la niña, asegura que ella también fue víctima de sus abusos, señaló ante el tribunal que "jamás" hizo nada parecido.

Según indicó, el 6 de agosto de 2010 se personó en su domicilio el padre de la menor, que hoy tiene nueve años, acusándole de haber abusado de ella, con amenazas que incluso terminaron en una agresión que denunció al día siguiente. Sin embargo, y por recomendación de la familia, decidió retirar la denuncia, y días después fue su yerno el que le denunció por supuestos abusos.

En la grabación de la declaración que la niña hizo en su día ante el juez instructor, ésta aseguraba que su abuelo le pedía que le tocara y que eso sucedió "muchas veces" en distintos escenarios, en la casa de los abuelos, en un terreno que él tenía, y durante la celebración de una comunión en Alicante. "Y mi madre sabe que es verdad porque a ella también se lo hacía", indica en la grabación.

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