«Consigo sentarme en contadas ocasiones»

Línea 31 A. Si vas al cruce del Raal o a Beniel, ármate de paciencia. Pasa cada 60 minutos, o más, y no cabe un alfiler.
Los usuarios de la 31 viajan de pie porque no hay sitio. (Juanma L. G. G.).
Los usuarios de la 31 viajan de pie porque no hay sitio. (Juanma L. G. G.).
Los usuarios de la 31 viajan de pie porque no hay sitio. (Juanma L. G. G.).
Me monto en el autobús de la línea 31 a las 12.00 horas en la parada de Gran Vía. He tenido suerte. El autobús ha llegado a su hora.Después de salir, éste tarda más de 25 minutos en llegar a Puente Tocinos. Eso sí, para seis veces y recoge a más de 30 personas. A partir de aquí, cual lata de sardinas rodante, comienza un lento recorrido de 40 minutos por Llano de Brujas y el cruce de El Raal hasta Beniel. Señoras y señores de más de 60 años tienen que viajar de pie, y no por falta de cortesía, sino de plazas.

«Cojo el autobús todos los días y en muy contadas ocasiones consigo sentarme. Creo que un solo autobús para unir tantos pueblos con Murcia es insignificante. Así estamos, que no cabe ni uno más», dice María Marín, una asidua pasajera de esta línea.

Por fin, aunque con 20 minutos de retraso, llegamos a Beniel a la 13.05 horas. Los viajeros bajan del autobús y el conductor me ordena bajar porque ha terminado el servicio y vuelve a la cochera. Y es que resulta que el autobús era un refuerzo de la línea para recortar el retraso de más de media hora que sufría la línea.

Una hora más tarde, pienso seriamente en dejar la crónica para otro día y volver a Murcia en taxi. No soy el único en la parada. Otros dos viajeros se ven obligados a esperar conmigo unos 65 minutos a que pase otro autobús por Beniel. Nota: 0.

Próxima entrega: línea 91, Mur-Sangonera

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Línea 31 A. Recorrido: Murcia-Beniel. Horario: Los autobuses pasan con una frecuencia de una hora. Número de autobuses: Uno; cuando hace falta ponen otro como refuerzo. Retraso detectado: Tardamos una hora y cinco minutos en recorrer 13 kilómetros, cuando debería haber hecho el trayecto en 45 min.

María José Moya. Limpiadora, 48 años. «Siempre llega demorado, pero nunca tarda lo mismo. No entiendo cómo si el bus siempre llega con retraso, no ponen otro para ayudar. Además, creo que somos suficientes viajeros para ocupar dos».

Antonia García. Pensionista, 61 años. «De cada cinco viajes, en al menos dos no tengo asiento. Al tener sólo una línea, el bus siempre va llenísimo. Menos mal que los jóvenes son educados y nos prestan sus sitios. Si no, no sé si usaría el bus».

María José Rabasco. Parada, 47 años. «Más de una vez me han dejado tirada. En más de una ocasión el autobús no ha esperado a que sea la hora y ha dejado a mucha gente en la parada y ha tenido que esperar más de una hora».

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