Evilásio tiene 17 años. A los 11, como su madre no tenía dinero para mantenerlo, se puso a mendigar en las calles de Fortaleza (Brasil). Durante dos años pasó frío, hambre, conoció la droga, la prostitución y la violencia. Un día, una educadora se le acercó y su vida cambio por completo. Entró en la ONG Niños y Niñas de la calle. Allí aprendió a bailar, su terapia para salir de la pobreza. Ahora, Evilásio, Angeline, Evelin... viajan por Andalucía para demostrar que luchar contra la marginalidad es posible. Ayer bailaron en el centro cívico El Esqueleto ante la atenta mirada de niños de Polígono Sur. «La calle te destroza la autoestima», dice Felipe, otro niño rescatado de las calles de Fortaleza que sueña con trabajar para sacar a los suyos de la favela.
Bailando contra la marginalidad
Niños y niñas de la calle de Brasil bailan en las Tres Mil como terapia contra la pobreza.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios