El Ayuntamiento presentó un presupuesto de 98,5 millones de euros, en el que se incrementa un 9,25% la partida del área de servicios a las personas para dar apoyo a las familias, así como un 9,88% la partida de promoción y ocupación.

La teniente de alcalde de Hacienda, Maria Àngels Planas, ha detallado que el objetivo básico de este presupuesto es superar la crisis, por lo que las cuentas tienen un carácter eminentemente social y de creación de tejido económico para reactivar la ocupación; "no es un presupuesto de recortes sino que es realista y optimista con las potencialidades de la ciudad".

Planas también ha destacado que se quiere reducir la presión fiscal aplicando la congelación de impuestos e incrementando las bonificaciones y que además se ha hecho un esfuerzo de equilibrio entre barrios "para fortalecer la cohesión territorial de la ciudad".

La concejal de ICV, Núria Terés, ha definido el presupuesto de continuista y espera que la negociación "colectiva, consensuada y abierta" permita aprobar en un mes unas cuentas con mayor consenso; por su parte, el portavoz de la CUP, Jordi Navarro, ha asegurado que la abstención de su grupo es el punto de partida para que la aprobación final cuente con más cosas de calado social, pero ha advertido que no era un cheque en blanco.

Por su parte, PP y PSC han criticado duramente que a última hora hayan presentado una propuesta con algunas de las alegaciones propuestas por CUP e ICV, la portavoz del PP, Concepció Veray, ha pedido que se retiraran los presupuestos porqué "no dan soluciones a los problemas de la ciudad"; mientras que la concejal del PSC, Silvia Paneque, ha presentado una propuesta alternativa con cinco ejes principales, entre los cuales destaca la destinación de más recursos a políticas de ocupación o la eliminación de los gastos no prioritarios.

Ejercicio de responsabilidad

El portavoz de CiU, Carles Ribas, ha agradecido a CUP e ICV su abstención ya que demuestran así un ejercicio de responsabilidad y ha considerado además que la propuesta presentada este lunes "es buena y de consenso" y que se está en el buen camino para conseguir un presupuesto gracias al diálogo constructivo.

También ha agradecido la abstención de los dos grupos Planas, que a su vez ha reconocido que el presupuesto llegaba tarde, pero que "la aritmética del consistorio" obliga a llegar a pactos y negociaciones antes de presentar las propuestas a pleno.

Finalmente y después de casi tres horas de debate, el alcalde Carles Puigdemont ha animado a todos los partidos a superar "la vieja política" y a buscar mínimos común denominadores para la aprobación definitiva de las cuentas.

En relación al presupuesto, se disminuyen los desembolsos en personal y gastos corrientes gracias a un "gran esfuerzo de contención", cuya contrapartida se destinará a la actividad directa y a las subvenciones.

En el apartado de ingresos se reduce la presión fiscal directa del consistorio sobre la ciudadanía al congelarse los impuestos e incrementarse las bonificaciones de las tasas fiscales; mientras que el capítulo de inversiones se incrementa en 135.000 euros respecto a 2012, con un total previsto de 5,8 millones, y que irá a diferentes barrios para fortalecer la cohesión social.