Valencia, primera ciudad española que recibió la visita del Papa por el Encuentro Mundial de Familias en 2006

Valencia fue la primera ciudad española que recibió la visita del Papa Benedicto XVI para presidir la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), que tuvo lugar del 8 al 9 de julio de 2006. El viaje del Papa, quien este lunes ha anunciado que abandonará el Pontificado el próximo 28 de febrero, estuvo marcado por el accidente de metro con 43 víctimas mortales ocurrido cinco días antes, lo que le obligó a modificar su agenda para mostrar su solidaridad con los familiares.

Valencia fue la primera ciudad española que recibió la visita del Papa Benedicto XVI para presidir la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), que tuvo lugar del 8 al 9 de julio de 2006. El viaje del Papa, quien este lunes ha anunciado que abandonará el Pontificado el próximo 28 de febrero, estuvo marcado por el accidente de metro con 43 víctimas mortales ocurrido cinco días antes, lo que le obligó a modificar su agenda para mostrar su solidaridad con los familiares.

El Papa, durante su Pontificado, ha realizado un total de 24 viajes fuera de Italia, de los que tres han sido a España: Valencia, por el EMF —del 8 al 9 de julio de 2006—; Santiago de Compostela y Barcelona —el 6 7 de noviembre de 2010—; y en Madrid, por la XXVI Jornada Mundial de la Juventud —del 18 al 21 de agosto de 2011—.

En su primera visita a España, en concreto, a Valencia, el Papa, reunió a miles de fieles —incluso la organización apuntó al millón en la misa del V EMF—, así como a cargos públicos y políticos, Sus Majestades los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias. Tuvo lugar el 8 de julio de 2006, cuando las temperaturas rozaban los 30 grados.

Pisó tierras valencianas en Manises a las 11.39 horas, donde le esperaban más de 2.000 congregados que le recibieron con cánticos como 'Viva el Papa!' o '¡Benedicto, amigo, Valencia está contigo!'. A su llegada destacó el "papel central" que "para la Iglesia y la sociedad tiene la familia fundada en el matrimonio", una institución que calificó de "insustituible según los planes de Dios". También utilizó la lengua valenciana para decir 'davant la 'Cheperudeta' —como se conoce cariñosamente a la patrona—.

Su Santidad modificó el recorrido previsto inicial para esta jornada para ofrecer una oración en la estación de Jesús, donde el día 3 de julio fallecieron 43 personas en el accidente ocurrido en la Línea 1 de Metrovalencia. Así, desde el aeropuerto de Manises se trasladó, en el 'Papamóvil', hasta la estación de metro —situada en la Avenida Giorgeta de Valencia—, desde donde pidió el "descanso eterno y en paz" de las víctimas del accidente. Además, depositó una corona de flores blancas en memoria de los fallecidos.

Al respecto, desde la Asociación de Víctimas del Metro 3-J han trasladado, en declaraciones a Europa Press, que la decisión del Vaticano de incluir en la agenda del Papa una visita a la estación del metro es algo que pudo "reconfortar" a parte de las familias, aunque han lamentado que no tuvieran con él la audiencia privada que se les habían asegurado.

Tras esta parada en la estación, el Papa se dirigió a la Catedral, donde la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, le entregó la llave de Valencia, una réplica exacta de la llave de la muralla cristiana de la capital que se encuentra en el Museo de la Ciudad. El Papa también firmó en el libro de honor de la Catedral.

Luego, en la Basílica, rezó ante la patrona de los valencianos un Padrenuestro en recuerdo de las víctimas del metro y saludó emocionado a algunos de los familiares de los fallecidos en el accidente. Desde ahí, salió a la Plaza de la Virgen, donde nuevamente tuvo un gesto y unas palabras para las víctimas.

El Papa eligió para almorzar una paella valenciana, que compartió junto al arzobispo de Valencia y otros obispos, y fue cocinada por cuatro mujeres del instituto secular de vida consagrada 'Obreras de la Cruz'. Comió y cenó en el Palacio Arzobispal. Ese mismo día, pero ya por la tarde, celebró la Fiesta de las Familias en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. En su mensaje, hizo un llamamiento a los gobernantes a reflexionar sobre "el bien evidente" de la familia, al tiempo que recordó que el "objeto de las leyes es el bien integral del hombre".

Para descansar, se retiró hasta el Palacio Arzobispal, donde se alojaba en una habitación en la primera planta del edificio, decorada con algunas fotos familiares de la infancia del Pontífice y cuadros restaurados procedentes del propio Palacio y del Museo Diocesano. Su dormitorio ocupaba una superficie de 12 metros cuadrados y contaba con baño. Sobre una estantería tenía una imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia.

Paralelamente a esta actividad, más de 150 personas, de las cuales 50 estaban desnudas, participaron en el I Encuentro Mundial del ciclo-nudismo antipapal, organizado por la plataforma 'Jo no t'espere vestit', para protestar por la visita del Pontífice a la ciudad.

Un vaso de horchata

En la última jornada en Valencia, el día 9, el Papa se trasladó hasta la sacristía instalada en el Palau de les Arts, donde celebró una misa sobre las 9.30 horas ante miles de personas. Tras ello, pidió que le llevaran un vaso de horchata —bebida típica de la zona elaborada con chufa— para refrescarse.

Desde el Consejo Regulador de la D.O. Chufa de Valencia han indicado, en declaraciones a Europa Press, que fue un "honor" y una "satisfacción" poder elaborar horchata para el Pontífice, y han indicado que le regalaron seis envases de este producto para que se lo llevara a Roma. "Y siempre que tenemos ocasión, le mandamos más horchata, porque nos han asegurado que le encanta", han señalado.

El Papa volvió a modificar luego el itinerario previsto de regreso al aeropuerto, a donde iba a ir en coche cubierto, para pasar por el centro de la ciudad y despedirse de los valencianos desde el vehículo.

El Santo Padre abandonó Valencia en el Airbus A321 de Iberia 'Villa de Uncastillo', y fue obsequiado con una talla de la Virgen del Loreto, patrona de la aviación. En su vuelta a Roma, también pudo degustar un menú compuesto por los mejores productos del país, elaborado por el chef catalán Sergi Arola y el repostero de Elda (Alicante) Paco Torreblanca.

La visita del Papa ha tenido otra vertiente fuera del ámbito religioso, la judicial, que ha acabado aterrizando en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, donde se investiga desde la pasada semana una pieza separada relativa a los contratos de

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