La Asamblea General de empresas que integran la Corporación Asturiana de Transporte (CAR), mayoritaria en el sector del transporte de viajeros en Asturias, ha insistido en su última reunión en la necesidad de que la Administración adopte medidas que permitan paliar la "grave situación" en la que se encuentra el sector. La patronal alertan de que si no se toman esas medidas "podría ponerse en peligro la supervivencia de las empresas y, con ello, de numerosos puestos de trabajo".

Se han referido a empresas como Roces o Fernández, que atraviesan una difícil situación que amenaza su continuidad, como anteriormente les ocurrió a las empresas Álvarez González, Hernández y Transportes Olloniego, que acabaron desapareciendo.

CAR considera que la política de transportes que lleva a cabo el Gobierno de Asturias "no ayuda a resolver la situación económica de las empresas de transporte ni a mejorar la calidad del transporte".

Han criticado que no se permita a las empresas adaptar las tarifas a la subida de los costes, obligándoles a aplicar unos descuentos de los que se benefician los clientes y que deberían ser sufragados por la Administración y no por las empresas. Tampoco permite el Gobierno regional reducir expediciones en aquellos servicios que tienen una ocupación muy baja y resultan muy deficitario, han comentado.

Otra de las reivindicaciones de CAR trasladadas a las autoridades presentes en la Asamblea consiste en un mayor fomento del transporte colectivo y que, como servicio público esencial pueda ser subvencionado, pero a través de las distintas políticas sociales y no a costa de las empresas del sector. Han insistido en que cuando hablan de subvenciones, hacen referencia a "subvenciones al viajero y no a la empresa", pues lo que aporta la Administración a las empresas es una parte de la cantidad que debería pagar el viajero.

2012

En su reunión, la Asamblea de CAR repasó los asuntos más destacados del año 2012, que afectó de forma directa a las empresas de transporte en autocar, debido a la disminución del número de viajeros y al imparable incremento del precio de los carburantes.

"Todo ello, sumado a la desmesurada huelga padecida en el transporte asturiano durante cinco jornadas supuso un grave perjuicio económico para las empresas, circunstancias que han hecho del 2012 un año horrible para el sector", concluyen desde la patronal del transporte de viajeros.

Para finalizar, las empresas pusieron de manifiesto la conveniencia de que exista una mejor comunicación entre la Administración y el sector, que se les tenga en cuenta a la hora planificar el transporte en Asturias.