El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, ha asegurado que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y el equipo de gobierno municipal son "los culpables de que exista huelga" en la sociedad Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam), tras lo que ha tachado de "populista" a Zoido, al que le criticó el anuncio de que dejará exentos del pago de la tasa de recogida basura a los sevillanos mientras dure la huelga.

En declaraciones a Europa Press, Carbonero lamenta que el Ayuntamiento, en el caso del conflicto de Lipasam, "toma la opción de ir deteriorando lo público para abrirle un camino al sector privado".

En ese sentido, ha dejado claro que "siendo conscientes de que una huelga de recogida de basuras genera incomodidades a los ciudadanos, está claro que no se puede responsabilizar bajo ningún caso ni decir que los trabajadores son los culpables de que exista dicha huelga".

Considera que "la responsabilidad de que se dé la huelga la tienen los gobiernos municipales, que han optado de forma unilateral por quitar un derecho de los trabajadores".

"Es tremendo que un trabajador, porque esté recogiendo basura toda la noche, en unas condiciones de absoluta penosidad y porque gane un sueldo muy normal de 1.400 euros tenga que estar pidiendo perdón", se lamenta Carbonero.

Por tanto, el dirigente sindical rechaza que se señale a los trabajadores como los "culpables" de la huelga, toda vez que "en el caso de Sevilla el culpable es Juan Ignacio Zoido y el gobierno municipal, que se dedica a hacer populismo pero resuelve pocas cosas".

Carbonero ve "populista" que el alcalde "diga que va a descontar los días de huelga de la tasa de basuras, cuando debería rebajar la cuantía de las tasas". "El Ayuntamiento recibe los mismos o superiores ingresos por la recogida de basuras, mientras que los trabajadores ven rebajadas y deterioradas sus condiciones de trabajo por el hecho de que hay crisis y que hay que recortar", se lamenta Carbonero.

El dirigente de CCOO-A, que asegura que los sindicatos pretenden "llegar a acuerdo lo antes posible", reconoce que la situación "está complicada", aunque considera que "la solución está en sentarse en una mesa y buscar una solución pactada".

"Los trabajadores no tienen vocación de estar en huelga por capricho pero el equipo de gobierno y la dirección de la empresa no pueden culpabilizar permanentemente a los trabajadores", ha agregado.