El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de 13 años y cuatro meses de cárcel impuesta a un hombre que intentó asesinar a puñaladas a su hermana con un cuchillo de cocina de 13 centímetros de hoja, con el que también agredió a su cuñado, cuando iba a ser desalojado por una comisión judicial del piso que ocupaba de manera ilegal en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache.

En la sentencia, consultada por Europa Press, la Sala de lo Penal rechaza el recurso de casación interpuesto por el acusado contra el fallo dictado por la Audiencia Provincial que lo condenó a 13 años de prisión por un delito de asesinato; a cuatro meses y 15 días por un delito de lesiones, y a 12 días de localización permanente por una falta de lesiones, así como al pago de una indemnización de 40.395,34 euros.

El acusado alegó vulneración del derecho a la presunción de inocencia por no haber pruebas contra él, pero el Supremo dice que la Audiencia Provincial "ha valorado y ponderado racionalmente las pruebas practicadas, sin separarse de la lógica, los conocimientos científicos o las máximas de experiencia para afirmar" que el imputado "intentó acabar con la vida" de su hermana y causó lesiones a su cuñado y a una tercera persona.

Asimismo, el acusado alegó que en su acción no existió dolo, argumento que también rechaza el Supremo, que explica que el condenado se abalanzó sobre su hermana y "de manera sorpresiva e insospechada" sacó un cuchillo de cocina y le asestó una puñalada que le seccionó completamente el tendón extensor de un dedo de la mano, añadiendo que el imputado "conocía que una puñalada en el abdomen de la víctima, empleando un cuchillo de 13 centímetros, genera un riesgo evidente de causar la muerte".

Los hechos tuvieron lugar sobre las 11,00 horas del 30 de marzo de 2011, cuando una comisión judicial, acompañada por letradas, procuradora, cerrajero y los solicitantes del desahucio, se personaron en la vivienda ocupada por el acusado, C.F.V..

Una vez en el inmueble, la comisión judicial contactó con el procesado a través del portero electrónico y "no puso objeción alguna" al desahucio, tras lo que todos subieron al piso. Una vez allí, y cuando la funcionaria judicial le requirió para que entregara las llaves y desalojara el piso, el imputado le dijo que quería que subiera alguno de los miembros de su familia, pues en caso contrario "se encerraría en la casa y no saldría".

Como quiera que en esos momentos salían del ascensor la hermana del procesado y su marido, la primera se situó junto a la puerta del inmueble y, en ese momento, el acusado les dijo "ahí tenéis vuestro piso", tras lo que, "de manera totalmente insospechada y sorpresiva", sacó un cuchillo de cocina de 13 centímetros de hoja "muy afilado" que llevaba escondido, se abalanzó sobre su hermana y la apuñaló seccionándole el tendón de un dedo de la mano derecha.

Con antecedentes

Tras ello, se echó encima de la víctima y la aprisionó contra la pared para hacer presión, no cejando en su empeño hasta que fue agarrado por V.M.A., su cuñado, M.G.R., y el funcionario de auxilio judicial, que forcejearon con el imputado hasta que consiguieron tirarlo al suelo y reducirlo, "no sin esfuerzo", manteniéndolo así hasta la llegada de la Policía, que había sido alertada y que practicó su detención.

Durante el forcejeo, el acusado lanzaba cuchilladas "a un lado y a otro", logrando alcanzar con el cuchillo a V.M.A. en el pecho y a su cuñado en las piernas. Aún estando en el suelo, mantenía el cuchillo en la mano, por lo que su hermana le pisó la muñeca, consiguiendo que lo soltara, tras lo que tiraron el cuchillo a las escaleras, donde lo recogió la Policía.

Mientras se hallaba en el suelo, y en presencia de los testigos que allí se encontraban, el procesado le dijo a su cuñado que "a quien tenía que matar era a él, y que en el primer permiso que tuviera en prisión lo iba a matar". Se da la circunstancia de que el acusado ya había sido condenado por vejar y amenazar al marido de su hermana.