La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de cuatro años de prisión impuesta a un hombre por robar a su expareja dinero en un cajero automático, amenazándola con unas tijeras, y golpearla después en su domicilio. El acusado, que había sido condenado con anterioridad por los mismos delitos de violencia de género y robo, tenía orden de alejamiento de la mujer.

Los hechos sucedieron la medianoche del 6 de octubre de 2012, cuando el imputado, Alfonso P.R., privado de libertad desde esa fecha, se dirigió a la Plaza Manuel Llano de Santander, donde se encontraba su expareja sacando dinero de un cajero y, con las tijeras en la mano, le exigió que se lo entregara, lo que ella hizo.

Después, acusado y víctima se trasladaron al trastero del domicilio del hombre, donde se inició una disputa entre ambos. Fue entonces cuando el acusado propinó golpes a la mujer en diversas partes del cuerpo, hasta que la agredida pudo zafarse y abandonar el lugar.

A consecuencia de la agresión, la mujer sufrió erosiones y hematomas en distintas partes del cuerpo, de las que tardó siete días no impeditivos en curarse, y por las que reclamó una indemnización.

El Juzgado de lo Penal número Cinco de Santander condenó al acusado a un año de cárcel por violencia de género, con el agravante de reincidencia, y prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante tres, a sí como al pago de 210 euros de indemnización.

Además le impuso otros tres años de prisión por el delito de robo con violencia e intimidación, también con la agravante de reincidencia.

El acusado recurrió la condena, invocando la presunción de inocencia por error en la valoración de la prueba, argumento que rechaza la Sección Tercera de la Audiencia al considerar que la condena se apoyó en la declaración de la víctima, corroborada con documentación médica, y la de los policías que actuaron la madrugada de los hechos. Por ello, confirma la sentencia e impone al recurrente las costas.