Un año después de que el alcalde de Arnedo declarara que se habían tomado medidas tras la denuncia de ATEA por la situación que sufrían numerosos perros en diferentes puntos del municipio, dicha organización se ha visto obligada a interponer una segunda, al comprobar que "en poco o nada" ha cambiado el escenario.

Según informan en nota de prensa, desde ATEA lamentan que este Ayuntamiento riojano "en ningún momento se ha dirigido desde entonces a esta organización para informar sobre cuáles son dichas medidas".

Por ello, consideran este silencio como "un desprecio a la normativa vigente, y desde luego a la misma sociedad civil, que sin apenas recursos se ve obligada a hacerle el trabajo a la Administración, que más parece interesada en sortear la normativa vigente y no incomodar a ciertos convecinos".

En tal sentido, "nos seguimos preguntando por qué habría la ciudadanía en general de cumplir las leyes (cualquier normativa que se nos ocurra), mientras el consistorio referido hace caso omiso de las mismas".

Ambas denuncias (la del pasado año y la de ahora) se basan en el incumplimiento tanto de la normativa autonómica (Ley 2/2000) como de la propia Ordenanza Municipal Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales de Compañía local.

El primero de los textos advierte de la prohibición de "mantenerlos en instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario o inadecuadas para la práctica de los cuidados y la atención necesarios que exijan sus necesidades etológicas, según raza y especie" [Artículo 2.2].

En similares términos se expresa la Ordenanza, que además advierte que "no se permitirá tener animales de forma permanente en viviendas, cuevas o locales deshabitados" [Artículo 7.2].

Finalmente, ATEA "espera y desea" que esta vez el Ayuntamiento de Arnedo "sí responda a sus obligaciones como administración pública que es, pues no tenemos constancia alguna que este haya sido su comportamiento hasta la fecha en el tema que nos ocupa".