El grupo automovilístico francés Renault sostiene que, en contra de las informaciones publicadas, la empresa no ha indicado jamás que podría cerrar "dos fábricas" en caso de no llegar a un acuerdo en las negociaciones que mantiene con los sindicatos sobre la competitividad de las factorías francesas.

La firma del rombo recuerda que el objeto de estas negociaciones es, precisamente, evitar el cierre de fábricas y los despidos, si se alcanza un acuerdo con los representantes de los trabajadores, según un comunicado de la compañía.

El plan presentado por Renault a los sindicatos contempla la supresión de 8.260 puestos de trabajo hasta 2016, con el fin de ahorrar 400 millones de euros anuales, a cambio de recibir una producción añadida por parte de Nissan de 80.000 unidades anuales.

La producción de Nissan tendría su origen, a su vez, en la falta de acuerdo entre empresa y sindicatos sobre el plan para mejorar la competitividad de la planta de Barcelona.

Estas 80.000 unidades anuales corresponden a la fabricación que tiene previsto llevar a cabo Nissan de un nuevo modelo compacto del segmento C, al que optaba la factoría de la empresa en Barcelona, pero que finalmente no se montará en España.