El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, recién reelegido en el XI Congreso regional del sindicato, ha asegurado que el sindicato andaluz mantiene su estructura con los 19 millones de euros que recibe de las cuotas de sus afiliados y no con los recursos externos que reciben de la formación y salud laboral, que tienen un "carácter finalista" y con los que "no se puede pagar la estructura del sindicato".

En una entrevista con Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, Carbonero ha apuntado que CCOO-A "mantiene su estructura con la cuota que pagan sus afiliados andaluces, esto es, 19 millones de euros son los ingresos del sindicato por las cuotas de sus cerca de 200.000 afiliados, que pagan una cuota mensual de diez euros".

Ha reconocido que la central sindical además gestiona recursos procedentes de administraciones públicas para formación y salud laboral, pero precisa que ese dinero "tiene un carácter finalista y no se puede pagar la estructura del sindicato con ese dinero", de forma que "el sindicato solo mantiene actividad con la cuota de afiliados y en Andalucía no hay ninguna organización que ingrese 19 millones con las cuotas".

Carbonero, quien ha resaltado la utilidad de los sindicatos y su importancia en el seno de las empresas, ha precisado que en la nueva Ejecutiva pretende que haya mayoría de mujeres, con nueve mujeres frente a cinco hombres, tras lo que resalta la "muchísima fuerza" que tiene el sindicato, "como se vio en el respaldo al informe de gestión".

Sobre el sector crítico, tras apuntar que esa corriente "entra dentro de la normalidad democrática de la organización", Carbonero considera que "son opciones que determinados grupos de la organización tienen para permanecer siempre en los órganos de poder", por lo que considera dicho movimiento "anacrónico", toda vez que "son grupos que no tienen diferencias ideológicas significativas, sino que su único fin es estar en la Comisión Ejecutiva".

Carbonero, quien asegura ingresar un salario "bastante modesto" y tener "el mismo piso que hace 35 años, cuando lo compré antes de hacer la mili", ha reiterado que CCOO-A "no ha presentado ningún expediente de regulación de empleo" y ha precisado que sólo han salido del sindicato los trabajadores vinculados a programas de orientación o formación, que han terminado sus contratos.

Coincide con el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, al apostar por una "redistribución" y "reestructuración" en el sentido de "quitar estructura de ámbitos superiores y centrarla especialmente en centros de trabajos y empresas".

Carbonero ha defendido la buena imagen del sindicato, que "es lo que los trabajadores quieren" y se muestra "convencido" de que no hay opinión generalizada negativa del sindicato, aunque reconoce que "puede tener mala imagen porque nos meten en el 'totum revolutum' de lo público".

CIUDADANOS,

"condescendientes con la corrupción"

Preguntado por los casos de corrupción, el dirigente sindical considera que se trata de un problema "histórico", al pensar que la corrupción "no es un problema de país, cuando si lo es".

"Los ciudadanos hemos sido muy condescendientes con la corrupción, está intrínseco en la sociedad, y muchos pedían facturas sin IVA", ha aseverado Carbonero, quien lamenta que "hay tentación al fraude que debería ser recriminada permanentemente".

De esta forma, apunta que "a la permisividad que se genera en la sociedad se suma la mala gestión y la poca decencia de los estamentos públicos y los políticos, quienes deberían corregir eso y son condescendientes". "Los partidos se pueden financiar como quieran pero debe ser con transparencia y si una empresa o particular dona dinero a un partido o sindicato, eso debe conocerlo la sociedad", ha agregado.

Las pensiones,

"la joya de la corona"

Por otro lado, Carbonero considera que este país "tiene un problema de ingresos porque no se hacen políticas encaminadas al crecimiento, cuando se deberían acometer políticas fiscales que garanticen ingresos suficientes y después se reajustarían cosas, pero no se puede desmantelar todo".

Apunta que la Seguridad Social, junto a la sanidad y la educación, "es el gran espacio de negocio que le queda al país", de forma que "mientras la sanidad ya tiene el camino encarrilado hacia el beneficio privado, ahora el gran negocio que puede pasar a manos privadas, aseguradoras y capital financiero es la Seguridad Social".

Por ello, tras dejar claro que CCOO-A "no tiene vocación ni pretende convocar huelga general sino de negociar y hacer cumplir el acuerdo firmado sobre pensiones y Seguridad Social", ha advertido de que el sindicato "se movilizará porque las pensiones son la joya de la corona y defendemos los intereses de la gente".

"los partidos no están al loro ni lideran el clamor de ciudadanos"

Carbonero, quien reconoce que con las actuales políticas "hay pocas salidas de la crisis", demanda a los gobiernos "mas presión para cambiar las políticas europeas" y considera que España "necesita una oposición más firme y enérgica".

En ese sentido, lamenta que tras la última huelga general, "no ha habido oposición ni fuerza política que liderara el clamor de millones de ciudadanos en la calle; no hubo translación a la política para recoger la opinión de los ciudadanos porque los partidos no estuvieron 'al loro' ni estuvieron finos para utilizar esa movilización y rentabilizarlo y ponerse en sintonía con las demandas de la mayoría de trabajadores".

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Pacto por andalucía'

Por último, preguntad por el llamado 'pacto por Andalucía', Carbonero ve "muy difícil" un pacto "donde esté todo el mundo", toda vez que rechaza "un pacto de estética y que no tenga compromisos para resolver los problemas de la gente".

"Se debe trabajar para generar confianza en los inversores, pero hay mucha gente que lo está pasando mal, al borde de la exclusión social, y ese pacto debe resolver esos problemas y abogar por un cambio en las políticas", ha agregado Carbonero, quien, además aboga por la "democratización de las empresas", a través de la que "los trabajadores estén identificados con el proyecto de la empresa", y para lo cual "hace falta un cambio revolucionario de mentalidad del empresario español y andaluz, algo que veo lejano".