Desde el Rectorado, por su parte, explican que el retraso de éstos se debe a que «los profesores no han demostrado la compatibilidad laboral», condición indispensable. Además, acusan al departamento de no cumplir la normativa: «Deben elegir a un profesor  suplente». Al final, los únicos perjudicados son los alumnos, que no recuperarán el tiempo perdido y a los que nadie indemnizará.

José Luis Luque Torres. 22 años. «Que falte un profesor una semana es divertido, pero un mes es intolerable. La Universidad se da muchas prisas en cobrar la matrícula, mientras que falla en elementos básicos como la contratación de profesores».

Julia Luque Seco. 22 años. «Es una vergüenza que nos pasen estas cosas, y no es la primera vez. Lo peor es la falta de información. Llevamos un mes viniendo a clase sin saber si por fin ese día tendremos profesor, sin que nadie se digne a darnos una explicación».

Federico Olivieri. 22 años. «Esto demuestra la vergonzosa falta de organización de la Universidad de Sevilla. No sólo estoy perdiendo tiempo y dinero, sino que me preocupa la calidad de nuestra formación, que depende de un sistema poco eficaz».