El Laboratorio Interprofesional Lechero de Cantabria (LILC), dentro de su política de renovación y mejora periódica de su equipamiento, ha invertido 163.133 euros en la adquisición de nuevas máquinas analíticas que incorporan la más moderna tecnología existente actualmente en el mercado. El año 2011, la inversión fue de 623.000 euros.

La Dirección General de Innovación e Industria del Gobierno de Cantabria ha subvencionado la compra de estos equipos (15% en 2012 y 6% en 2011). Por este motivo, su titular, Fernando Rodríguez Puertas, realizó este jueves una visita de inspección al centro cántabro de análisis, según ha informado el laboratorio en un comunicado.

El centro explica que la inversión en ampliación de equipos se ha hecho también necesaria por el constante crecimiento de la demanda de los análisis y servicios que presta el laboratorio. Particularmente destaca el exponencial incremento de analíticas en yogures, leches fermentadas y postres lácteos, así como la solicitud de los nuevos servicios de catas y control de los ácidos grasos por parte de las grandes cadenas de distribución.

Concretamente, el LILC ha adquirido un sistema

Milkoscan ft2 para el análisis de grasa, proteína, lactosa, extracto, azúcares en todo tipo de leche cruda de diferentes especies animales, leche tratada térmicamente y el análisis de muestras lácteas como nata, leche concentrada, suero, yogurt y postres lácteos.

El FT2 ha sufrido avances tecnológicos importantes frente a las versiones anteriores. Posee calibraciones más precisas y mejora en un 20% la precisión de los parámetros grasa, proteína y lactosa. Además ahorra tiempo de trabajo y reduce el porcentaje de error. Otro avance tecnológico del FT2 es que dispone de un sistema de análisis espectral que permite chequear si la muestra se corresponde con el tipo de producto a analizar.

Esto es de un gran interés, según el Laboratorio, ya que permite llevar a cabo un control de adulteraciones (mezcla de leche de menor valor con otras de mayor valor, adición de productos adulterantes como la melamina, etc.). Además posee un nuevo software que posibilita el desarrollo de nuevas calibraciones y parámetros de medida, lo cual permite desarrollar nuevas necesidades que puedan aparecer en el sector lácteo, como el desarrollo de calibraciones de calcio que cada vez está tomando más auge en el sector de la leche UHT.

Además, se ha adquirido un cromatógrafo de gases FID-ECD para el análisis de todo tipo de compuestos volátiles en leche y productos lácteos (producto final). Con la entrada en vigor en el año 2013 de la nueva normativa de etiquetado, se hace más necesario el control en el producto final de nuevos parámetros como son los ácidos grasos y los esteroles.

Finalmente, el LILC se ha dotado de una sala de catas para realizar el análisis organoléptico de producto final de leche UHT, queso, yogur y postres lácteos. Para llevar a cabo el control de calidad del producto final, además de monitorizar todos los parámetros físico-químicos, es importante realizar un análisis sensorial del producto, pues es éste aspecto el que más va a valorar el consumidor. Este sistema de cata para leche y productos lácteos, en un futuro podría ser acreditado por ENAC.

El Laboratorio concluye que gracias a su constante renovación y actualización tecnológica y a su elevado nivel técnico, el LILC se ha convertido en el centro no gubernamental de referencia del sector lácteo español.