El pleno de la Eurocámara ha aprobado este miércoles una resolución sobre las finanzas públicas en la eurozona en la que reclama que los esfuerzos de ajuste fiscal que se exigen a los Estados miembros para superar la crisis de deuda se repartan "de forma justa" entre las diferentes administraciones "teniendo en cuenta los servicios que prestan".

Esta solicitud, que no tiene carácter vinculante, ha sido introducida en una enmienda del eurodiputado de Convergència i Unió, Ramon Tremosa, que ha sido el ponente del grupo liberal en la resolución.

El Gobierno catalán considera injusto que el objetivo de déficit adjudicado a las comunidades autónomas este año sea del 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), cuando el global del conjunto del Estado asciende al 4,5 por ciento. Por ello reclama que se relaje hasta el 1,5 por ciento.

En la resolución —aprobada en un voto a mano alzada con apoyos de populares, socialistas, liberales y verdes— la Eurocámara "señala que los esfuerzos de consolidación fiscal deben repartirse de forma justa entre las distintas administraciones teniendo en cuenta los servicios que prestan".

Otra de las enmiendas introducidas por Tremosa "expresa su preocupación por el peligro de que la complejidad de las relaciones entre los gobiernos centrales y territoriales entorpezca el programa de consolidación presupuestaria, especialmente cuando la gestión descentralizada se financia predominantemente con transferencias del gobierno central y no va acompañada de las competencias correspondientes en la esfera de los ingresos".

El eurodiputado de CiU ha expresado su satisfacción por considerar que la Eurocámara "ha dado pasos adelante al entender que es necesario que las regiones sean responsables de su propia fiscalidad".

En la resolución, el Parlamento resalta que "la aplicación de estrategias convincentes de consolidación presupuestaria a largo plazo sigue siendo una necesidad de primera magnitud, dado el elevado nivel de deuda pública y privada y los déficits presupuestarios en algunos Estados miembros, y las dificultades que éstos tienen para reencauzar sus finanzas públicas hacia parámetros sostenibles, situación a la que los mercados financieros contestan con fuertes presiones".

No obstante, reclama a los Gobiernos "una política de consolidación basada en recortar gastos improductivos en lugar de aumentar los ingresos fiscales".