Por regla general, la intermitencia para peatones de un cruce de Barcelona dura unos cinco segundos, mientras que el verde acostumbra a durar medio minuto, como pudo comprobar sobre el terreno 20 minutos. Este tiempo parece no ser suficiente para que los peatones pasen la calle sin peligro.

Toca correr

Pero los peatones se quejan de que les toca correr, como les pasó el lunes a Jordi y Josep. Jordi denuncia que hay muchos cruces complicados en la ciudad y que el parpadeo debería durar más que el verde, "como pasa en Roma".

No siempre dura lo mismo el parpadeo. La norma general son cinco segundos y en calles anchas puede llegar a diez. Aún así, se da el mismo tiempo en la calle Aragó (nueve segundos) que en un tramo estrecho como Ciutat de Granada. El Ajuntament asegura que para estipular cuánto dura la intemitencia se tiene en cuenta el ancho de la vía y lo que se tarda de media en cruzarla. El mínimo es tres segundos y no hay máximo.

Puntos calientes

En esta ancha vía de doble sentido los peatones tienen 30 segundos para cruzar. A este tiempo hay que añadir los cinco segundos que el semáforo está intermitente.

Calle Pelai con Balmes

Un paso muy concurrido en el centro. Aquí el verde para peatones dura un minuto y la intermitencia cinco segundos. Aún así los peatones deben correr, como se ve en la fotografía.

Calle Balmes con Vergara

El abundante tráfico que baja de la calle Balmes tampoco espera a los peatones. El semáforo sólo anuncia cinco segundos antes de que cambie a rojo. El peatón se queda en medio.

Aragó con Passeig de Gràcia

Los turistas que caminan por el Passeig de Gràcia deben acelerar el paso cuando llegan a la altura de la calle Aragó, si no quieren ser embestidos por coches y motos.