Cientos de viajeros tardaron ayer más en facturar su maleta que en volar a su destino. El aeropuerto del Prat sufrió tres horas caóticas. Colas de 500 pasajeros en la Terminal C y esperas de hasta 90 minutos para embarcar el equipaje colapsaron el aeródromo entre las 07.00 y 10.00 horas.La causa fue una avería en el sistema informático de Iberia, que la compañía atribuye a un fallo del suministro facilitado por Aena, y que obligó a todo su personal a facturar de forma manual.
Falta de información
Este problema coincidió con la entrada en vigor de la normativa que prohíbe llevar en el equipaje de mano recipientes con líquidos de más de 100 mililitros. La falta de información fue denunciada por muchos de los viajeros, que al desconocer que debían guardar los envases que superan esta medida en la maleta facturada, tuvieron que tirarlos a la basura.
Los botes permitidos se introducen en bolsas de plástico con autocierre, que de momento se reparten gratuitamente. Mientras en El Prat se distribuyeron unas 50.000, en el aeropuerto de Girona Aena prevé repartir 120.000 en todo noviembre. Esta nueva medida de seguridad ralentizó aún más el embarque, pese al refuerzo de personal.
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