La cúpula de CiU recibió con malestar la confirmación del acuerdo de gobierno entre PSC, ERC e ICV-EUiA, ante la sensación de que "

se repite la misma historia" que en 2003, cuando CiU no consiguió impedir la formación del tripartito, han explicado fuentes de la dirección de CiU.

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Se veía venir", ha comentado a EFE un miembro de la ejecutiva de la federación nacionalista, en referencia a la disposición de PSC y ERC a reeditar el tripartito, a pesar de las gestiones del líder de CiU, Artur Mas, y de otros dirigentes de la formación, para intentar seducir a socialistas o a Esquerra con sendas ofertas de gobierno.

Tras

el "portazo" a la 'sociovergencia' que el pasado viernes dio el primer secretario del PSC,

José Montilla, a Mas, descartando toda posibilidad de pacto con CiU, se abrieron las esperanzas para la federación nacionalista, tras la reunión de

Mas con el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira.

Carod no cerró la puerta a un pacto con CiU y quedó con Mas en que seguirían en contacto para continuar explorando esta vía, con una oferta de CiU sobre la mesa que implicaba concederle a él la consellería primera y plantearle a

ERC todas las facilidades.

Sin embargo, al constatar la actitud de ERC 24 horas después, pactando con PSC e ICV-EUiA, la dirección de

CiU ha rememorado el "plantón" que, a su juicio, le hicieron en 2003 los republicanos, poniéndose de acuerdo con sus socios de izquierda en un fin de semana, pese a haberse comprometido a seguir hablando con CiU.

Fuentes de la federación nacionalista interpretan que la actitud abierta que Carod mostró ayer en su reunión con Mas no albergaba "voluntad real de pacto" sino que

pretendía forzar al PSC a aceptar mejores condiciones para Esquerra en el futuro gobierno tripartito y asegurar la presencia del propio presidente de ERC en el ejecutivo.

Además, en la memoria reciente de las relaciones entre CiU y ERC está la famosa reunión secreta de Mas y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 21 de enero, para pactar el nuevo Estatut, un golpe de efecto que indignó a los republicanos, que se acabaron desmarcando del acuerdo.

Tras conocerse la noticia del nuevo pacto tripartito, CiU ha declinado hacer declaraciones oficiales hasta mañana, cuando se reunirá la cúpula -Artur Mas, Josep Antoni Duran Lleida, Jordi Pujol y Xavier Trias- y la ejecutiva de Convergencia.