Cantos de sirenas

Cuento tradicional de Austria.
Hoy en día recibimos tantos reclamos publicitarios que podemos caer en la tentación de un consumo desmesurado. ¡Cuidado con estos cantos de sirenas!

Lorelei era una bella sirena que vivía en lo alto de un peñasco en medio del río Rin. Cuando cantaba, el timbre de su voz era tan dulce y delicado que los marineros perdían el sentido de la realidad y el control de sus naves. Eran atraídos con tal fuerza que sus barcos se estrellaban contra el gran peñasco. Todos los lugareños temían a la sirena y procuraban no acercarse demasiado por aquellos parajes.

Hasta que un día el hijo del rey dijo que enamoraría a Lorelei y la convertiría en su esposa. El joven se embarcó y siguió el curso del río hasta divisar el peñasco de la muerte. Pero entonces una voz celestial, acompañada por arpas, se alzó con tanta belleza que los marineros y el joven príncipe no podían dominar la embarcación, que seguía y seguía hasta el peñasco y… ¡crask, crask!, quedó hecha añicos en mitad de las aguas. Todos murieron.

Lorelei se sentía tan llena de júbilo por el éxito de sus maldades que se puso a cantar a voz en grito en el borde del precipicio. Entonces una terrible tormenta se desató, y un viento infernal hizo que las aguas se salieran de su cauce y se tragasen a la bella sirena.

Si repetimos una mala acción muchas veces, tarde o temprano pagamos las consecuencias. No todos los cantos son dulces.

Próximo viernes: 42/El cazador y el pescador

Mostrar comentarios

Códigos Descuento