Dos fotógrafos rememoran en imágenes la Pantanada de Tous 30 años después

El Ayuntamiento de Oliva (Valencia) ha organizado una exposición fotográfica para conmemorar el 30 aniversario de la Pantanada de Tous. La muestra se inaugurará este viernes a las 19.30 horas en la sala de exposiciones del Museo Etnológico de la localidad.
Imagen de la Pantanada
Imagen de la Pantanada
S. MAÑÓ Y JA GASCÓ
Imagen de la Pantanada

El Ayuntamiento de Oliva (Valencia) ha organizado una exposición fotográfica para conmemorar el 30 aniversario de la Pantanada de Tous. La muestra se inaugurará este viernes a las 19.30 horas en la sala de exposiciones del Museo Etnológico de la localidad.

La exposición recoge con 48 imágenes, un completo reportaje de fotoperiodismo, realizadas por Salvador Mañó y Joan Andreu Gascó pocos días después del suceso. El objetivo de la muestra es, además de recordar lo sucedido aquel día, concienciar sobre la necesidad de ser solidario "ya sea una catástrofe así o en situaciones como la actual", ha relatado Mañó a Europa Press.

Bajo el título 'L'empremta de l'aigua, 30 aniversari de la pantanada de Tous', la Concejalía de Museos del Ayuntamiento de Oliva ha organizado esta exposición formada por fotografías que realizaron en su momento, los fotógrafos de la localidad Salvador Manó y Joan Andreu Gascó.

Las imágenes son prácticamente inéditas, ya que "únicamente fueron expuestas en Oliva y Gandia, poco después de la pantanada". "Después las embalamos y guardamos, y ahora 30 años después, hemos reabierto esos paquetes para volverlas a mostrar", ha manifestado Salvador Mañó a Europa Press. De hecho, las fotografías van a ser expuestas sin ningún tipo de retoque, sino tal y como fueron reveladas en ese momento, por ellos mismos.

Salvador Mañó, tenía entonces 22 años y acababa de terminar sus estudios de fotografía en la escuela de Artes y Oficios de Valencia. Joan Andreu Gascó, era unos años mayor, 29 años, y acaba de regresar de Madrid, después de estudiar fotografía en el CEI.

Al enterarse de lo ocurrido, decidieron acudir a Alzira a fotografiar el suceso "como auténticos reporteros". "Fue toda una aventura", recuerda Mañó.

"Al día siguiente de la catástrofe conseguimos viajar escondidos en un camión que llevaba ayudas de la Cruz Roja. Teníamos que hacerlo así porque en un primer momento, se cortó el tráfico con la zona para evitar curiosos. Cuando llegamos, todavía llovía muchísimo y pasamos la noche en un colegio. Al día siguiente, comenzamos a hacer las fotografías. La gente no entendía qué hacíamos allí si no estábamos trabajando, pero todo el mundo colaboró mucho y nos invitaba a fotografiar los destrozos, para que pudiésemos reflejar lo que había ocurrido", ha señalado Mañó.

Algunas de las imágenes muestran "verdaderas escenas de desesperación, dolor e indignación. Son fotografías que dicen mucho", explica Mañó, quien recuerda, por ejemplo, "la de un anciano que lleva colgado de su cinturón un paquete de galletas, supongo porque en tiempo de Guerra, el hombre había pasado hambre, y esa situación se lo recordaba".

"aventura de juventud"

En "esta aventura de juventud", como Mañó y Andreu la han calificado, llegaron a temer por su integridad. "En un momento dado, entramos en una fábrica de textil y había unas pasarelas metálicas a ocho metros de altura. Subimos, y el barro que había en ellas, nos hacía resbalar. En ese momento pensamos que si caíamos abajo, nadie nos iba a encontrar", ha narrado Mañó.

Los dos fotógrafos de Oliva, que actualmente continúan desempeñando la profesión con estudio propio en la localidad valenciana, recuerdan esos días como "angustiosos". "Era impresionante ver hasta dónde había llegado el agua en algunos puntos, las colas de personas esperando una barra de pan y sabiendo que lo habían perdido todo. Como si fuese una guerra. Todavía hoy, mientras hemos estado repasando las fotografías, se nos han puesto los pelos de punta", ha manifestado Mañó.

Para los fotógrafos, quizás hoy en día, hubiesen hecho mejores fotografías en cuanto a técnica se refiere, debido a los medios actuales, "pero habrán pocos reportajes tan completos como este sobre la pantanada, puede que en Alzira haya más", ha destacado Mañó.

Además de recordar la catástrofe 30 años después, Salvador Mañó ha asegurado que esta exposición tiene un objetivo claro "concienciar a la gente de que hay que ser solidario. Entonces fue esta catástrofe, pero hoy en día, también contamos con una catástrofe que es toda la situación actual. Con esta exposición queremos hacer esa reflexión enfrentar los males del pasado, con los actuales, y concienciar a la solidaridad".

La exposición, que se inaugura este viernes a las 19.30 horas en el Museo Etnológico de Oliva, se podrá visitar hasta el próximo 27 de enero, en el horario de abertura del museo: de martes a sábado de 10.20 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.30 horas; y domingos de 11.00 a 13.30 hORAS. El museo permanece cerrado los domingos por la tarde y los lunes.

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