Viaje a Callao entre apuntes y cachavas

  • El 133 cuenta con un público muy heterogéneo, con estudiantes, trabajadores, jubilados y hasta toxicómanos.
  • Estos últimos han visto reducida su presencia.
  • A pesar de ellas, los usuarios están muy contentos con el servicio.
  • Consulta las anteriores entregas de nuestro estudio de la EMT.
El autobús 133 de la EMT en un momento de su reccorrido (Sergio González)
El autobús 133 de la EMT en un momento de su reccorrido (Sergio González)
Sergio González
El autobús 133 de la EMT en un momento de su reccorrido (Sergio González)
Estudiantes, jubilados, trabajadores, amas de casa... Gente de todas las edades y niveles económicos es el tipo de público que se monta en el autobús 133
La verdad es que mis usuarios son muy heterogéneos y de estatus sociales muy dispares, aunque los que más se quejan son los que tienen dinero

Dentro del vehículo confluyen hasta tres generaciones distintas.Mientras unas jovencísimas Celia y Elena hablan de apuntes y exámenes, Milca Pérez, una mujer de 55 años dedicada a sus labores, piensa a qué tiendas de Preciados va a ir.

Por su recorrido, este autocar es punto de encuentro de empleados con sus oficinas en la Gran Vía, de estudiantes que van a Ciudad Universitaria y de jubilados y amas de casa de las urbanizaciones cercanas a Mirasierra. "A los que vivimos en Herrera Oria nos viene muy bien este trayecto porque nos lleva al centro sin pasar por la ciudad", explica Antonio, un jubilado de 75 años.

Para evitar cruzar la capital, la ruta se hace por la A-6, una vía que "está a tope cuando vamos a clase", aclaran Elena y Celia, que se apean en el Paraninfo de la Complutense.

Estos atascos, junto con los que se forman en la calle Princesa, son uno de los mayores escollos que detectan los viajeros. "La verdad es que mis usuarios son muy heterogéneos y de estatus sociales muy dispares, aunque los que más se quejan son los que tienen dinero", añade José Juan, que lleva 15 años conduciendo este bus.

Pese a la disparidad de público, los viajeros tienen en común que comparten la buena opinión del servicio. "Está muy limpio y llega a su hora. Le doy un 9 sobre 10", sentencia Milca.

Los drogadictos, casi olvidados

José Juan recuerda que hace años "este autobús era más conflictivo porque se subían más drogadictos que ahora".

La gente no se queja (de los toxicómanos)  porque den guerra, sino porque van poco aseados
Esta línea desemboca muy cerca del poblado de Pitis, donde algunos  toxicómanos acuden en busca de droga. "Cuando más toxicómanos hay suele ser a las 6.30 h, al empezar el servicio", afirma José Juan.

No obstante, "la gente no se queja porque den guerra, sino porque van poco aseados". De hecho, algunos pasajeros, como Milca, no han dudado en darles parte de la comida que han comprado en el centro.

Línea 133       

Total de kilómetros 29,139

Frecuencia: De lunes a viernes, cada 4-8 minutos. Sábados y festivos, cada 9-15 minutos.

Viajeros 16.900 de media en día laborable.

Número de paradas 69.

Tiempo que tarda en recorrer la línea 100 minutos.

Recorrido Plaza  del Callao-Mirasierra.

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